miércoles, 27 de abril de 2022

257. Recordando a Carlos Álvarez bajo una morera machadiana

 En el barrio de Tetuán, en un sitio elevado desde donde se ven las afueras de Madrid, hay una morera grande y vieja que los vecinos quieren salvar del pelotazo urbanístico de turno. En el invierno pasado parecía seca, muerta, condenada, y en el plan de algún constructor estaba cortarla; pero la movilización de los vecinos le dio una prórroga a su ya larga vida, y "con las lluvias de abril" se ha vuelto a vestir de verde en este "otro milagro de la primavera". 

Allí estuvimos reunidos el pasado 23 de abril, Día del Libro, unas 10 - 15 personas en un sencillo, sencillísimo, homenaje a Carlos Álvarez, poeta (y) comunista recientemente fallecido (sirva la conjunción entre paréntesis para recordar a Marcial Suárez y su teoría de la resistencia de los adjetivos*). La amistad, el respeto y la admiración que ambos se profesaron tenía bastante que ver con que Mu y yo nos hubiéramos incorporado a aquel pequeño círculo sagrado de lectores de poesía. Hacía frío, soplaba un viento potente desde la sierra, lloviznaba, y el descampado abandonado donde sobrevive la morera nos había llenado los zapatos de barro. Daba igual, allí pudimos escuchar, dignamente recordadas, recitadas, las ásperas y atormentadas palabras del poeta, como aquellos "cantos agresivos, duros, de aristas afiladas (...)" convertidos por el tiempo y la vida en esos cantos rodados, oscuros, del lecho del río, que el poeta perseguía, "¡cantos que ayer gritaban y hoy meditan mientras el río fluye contra el cielo!**


* De acuerdo con esta teoría, no todos los adjetivos serían capaces de resistir la fuerza de algunos sustantivos, pero el adjetivo "comunista" parece resistir bien la del potente sustantivo "poeta". Hay así una consistencia y solidez en la expresión "poeta comunista" (y un buen número de ejemplos notables) que no se percibe, p. ej., en la de "poeta socialdemócrata".

** Cantos y cuentos oscuros.

 

 

sábado, 16 de abril de 2022

256. Bertrand Russell en Pontevedra

 Hace unos días Mu y yo hicimos un viaje rápido a Pontevedra para consultar el Archivo Provincial de la ciudad. Buscábamos algunos artículos que Marcial Suárez había publicado en la revista Litoral, homónima pero distinta de la de Prados y Altolaguirre, que se había editado en esa ciudad durante los años 50. 

Fue un viaje muy agradable, en el que pudimos disfrutar de algunos encuentros con gente querida, y de paseos tranquilos por aquella espléndida ciudad de calles bonitas, enxebres, e impresionantes camelios.

Hojeando cuidadosamente la revista digitalizada (años 1957 y 1958), encontré, entre las noticias internacionales, una referencia a un episodio político protagonizado por Bertrand Russell. Eran más o menos los primeros tiempos de la Guerra Fría, una reciente cumbre de la OTAN* había tensado una vez más las relaciones entre EEUU y la URSS, y se hablaba ya del peligro de una guerra nuclear. La revista, en su número de abril de 1958, recogía la carta abierta que Russell había dirigido a través de la revista New Statesman a los dirigentes norteamericanos y soviéticos**. Una vez recibidas y publicadas las respuestas (primero de Kruschev y después de Dulles, Secretario de Estado de Eisenhower), el filósofo publicó su propio resumen de la situación.

"Hay dos potencias en el mundo, A y B. La potencia A es y fue siempre sumamente virtuosa, B siempre perversa. A intenta la libertad. B conduce a la esclavitud. A cree en la paz. B en la guerra imperialista. A pide la justicia para el débil. B se asienta en la tiranía. Ambos países están de acuerdo en todo esto y nosotros de acuerdo con ellos. Pero se da una pequeña diferencia: saber quién es A y quién es B."

Ahora que las bombas vuelven a matar (también) en Europa, ¿qué habría que tener en cuenta para actualizar el análisis de Russell, además de incluir a la potencia C?


* Dentro de un par de meses se celebrará otra muy cerca del parque que suelo recorrer plácidamente en bici.

** Aquí se puede encontrar una referencia a las cartas abiertas: 

https://www.newstatesman.com/uncategorized/2014/03/magazine-missile-crisis-and-movement




jueves, 7 de abril de 2022

255. Cordón & Terrón

 Ayer, homenaje a Faustino Cordón en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid (CAUM)*. Homenaje necesario, en el que también era necesario y esperable que no se hablara menos de Eloy Terrón que de Faustino. "Hablábamos entonces de Cordón y Terrón como se habla de Marx y Engels", recordó con entusiasmo uno de los intervinientes. 

Fue un acto agradable, tan poco académico como lo fueron los homenajeados, una reunión de "rojos", como aquellas en las que aprendimos tanto con ellos. 

Alfonso Ogayar y yo, sentados en la última fila, señalados e interpelados como "colaboradores" por algunos de los ponentes. Extrañas sensaciones, treinta años después. ¿Puede uno "traicionar" un pensamiento y extraer a la vez lo mejor de él? Es lo que dice Heidegger que hay que hacer con los grandes pensadores.

Vi claro, una vez más, que la obra de Cordón, su pensamiento, resulta más rico y estimulante cuando se analiza en un contexto filosófico que si se sitúa en un marco meramente científico, más aun si este último se limita al de la ciencia académica de su tiempo y su país. Y aun más  -y esto es lo peor- si se hace en una perspectiva estrechamente cientifista. 

 "Ser hombre no es ser hombre. Ser hombre es otra cosa", dice Celaya, y parafraseando podemos decir: ser científico no es ser científico sino otra cosa (más), pensador, inductor de nuevo pensamiento. Si el pensamiento de Cordón no ha tenido el debido reconocimiento en su país (y sí, algo más, en un país vecino con mejores tradiciones intelectuales, Francia), el problema (o el síntoma) es del país (mayoritariamente reaccionario y culturalmente colonizado).


* https://caum.es/2021/12/15/faustino-cordon/

** Aviso, en De tranquilamente hablando (1947).