Mostrando entradas con la etiqueta Montaigne. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Montaigne. Mostrar todas las entradas

martes, 23 de abril de 2024

362. Gramsci y los filósofos

 Estos QSY, que nacieron como un experimento (gadameriano, me decía yo, sobre todo al principio), se han ido convirtiendo, a veces, en otras cosas. Nunca han dejado de ser (o de querer ser) meras notas, pero (de ahí el experimento), notas públicas (por más recónditas que puedan también ser). Cumplen, al menos para quien las escribe, otra función, de la que seguramente no conviene hablar mucho (si acaso, más adelante). Digamos de momento que, mientras la cumplan, bien está. Hay aun otra más, sencilla, inmediata, y es la de hacer de registro, de phármakon (Platón, Derrida) para la memoria (una función bastante común de las notas, naturalmente). 

Anoto aquí, por ello, una cita de Gramsci, interesante por verdadera, que encontré en uno de los artículos de Marcial Suárez que Mu anda revisando últimamente*. Aquí la cita, en una versión algo más extensa que la del artículo:

"Todos los hombres son intelectuales, podríamos decir, pero no todos los hombres tienen en la sociedad la función de intelectuales (...). No hay actividad humana de la que se pueda excluir toda intervención intelectual, no se puede separar el homo faber del homo sapiens. Cada hombre, considerado fuera de su profesión, despliega cierta actividad intelectual, es decir, es un "filósofo", un artista, un hombre de buen gusto, participa en una concepción del mundo, tiene una consciente línea de conducta moral, y por eso contribuye a sostener o a modificar una concepción del mundo, es decir, a suscitar nuevos modos de pensar." **

"Todo el hombre está en todo hombre", nos enseñó Montaigne y nos recordó Sartre (Les mots).


* Suárez M. Los intelectuales y la libertad, El País, 31/12/1976. (https://elpais.com/diario/1976/12/31/cultura/220834805_850215.html) Hay un addendum del 11/01/1977: La cita era de Gramsci (https://elpais.com/diario/1977/01/11/opinion/221785207_850215.html).

** Gramsci  A. Los intelectuales y la organización de la cultura. La cita está tomada del Estudio Introductorio de GA Varesi, pp. 36-37, a la selección de textos con título Hegemonía y lucha política en Gramsci, Buenos Aires: Luxemburg, 2016.



sábado, 29 de julio de 2023

323. Nec ego loquor omnibus

 Las cosas de la web, las redes sociales, los algoritmos de búsqueda y la inteligencia artificial; cosas que no dejan de sorprendernos y que parecen reclamar una toma de posición por nuestra parte. Aquí un ejemplo.

Raf Vallone (1916 - 2002), el actor y director italiano, vino a España en 1990 (lo compruebo en la web) para representar un Tito Andronico impresionante y terrible, que fuimos a ver Mu y yo con Marcial Suárez (esto último lo recuerdo bien). Entre los documentos de su padre que Mu viene clasificando y archivando desde hace unos años se encuentra una carta de Vallone a Marcial, en la que le agradece el envío de dos artículos suyos publicados en El País. Marcial se los había enviado, en junio de 1991, tras una visita de Vallone a Peñíscola, para la celebración del 30 aniversario del rodaje de El Cid. En una entrevista publicada en El Independiente (11/06/1991), el actor italiano se había mostrado muy crítico con los dirigentes comunistas europeos que celebraban la liquidación en curso de la Unión Soviética y del mundo socialista, y citaba a Lenin: "No hay revolución sin tradición." A Marcial tampoco le gustaba nada lo que estaba pasando, y no creo que le fuera a extrañar mucho, si aún viviera, la evolución posterior de todo aquello, incluyendo los desastres de la guerra actual. Así se lo explicaba en su carta: "Me permito enviarle dos artículos que he publicado en El País, de Madrid. Con ellos, quiero rendir un modesto homenaje de amigo a la firme claridad de su posición política, es decir, humana." "Humana", esto también es importante, o es lo más importante.

En su respuesta, dice Vallone que sus artículos le han recordado una cita y una idea de Petrarca, y la recoge allí en latín y en italiano. En cuanto la leo, me resulta muy sugerente y afín a otras citas o ideas que utilizo (y que diré), y  me propongo buscarla en la web. Durante varias semanas ni Google ni el dichoso ChatGPT me sirvieron de gran cosa. Parece ser que entre las virtudes de este último no está la búsqueda de textos (lo que contrasta con su demostrada capacidad para crear textos). Ayer, sentado en la peluquería, haciendo tiempo (bonita expresión, esta) mientras esperaba mi turno, encontré por fin la cita en un remoto foro de especialistas en Petrarca, dentro de una red social en la que, por cierto, tuve que registrarme trabajosamente. El texto latino que recogía Vallone en su carta estaba algo modificado, y eso debió de contribuir a la dificultad de la búsqueda. 

"nec ego loquor omnibus, sed tibi, sed mihi et his paucis quibus hec rara conveniunt"

"non mi rivolgo a tutti, ma a te, a me e a quei pochi cui si addicono queste cose eccezionali"

 El texto es del segundo capítulo de De vita solitaria, del poeta (y uno de los padres de todos ellos), y podría trasladarse al castellano así: 

"no me dirijo a todos, sino a ti, a mí, y a los pocos que comparten estas cosas excepcionales."*

"We few, we happy few, we band of brothers", escribirá unos siglos después Shakespeare (Enrique V, Acto IV, Escena III), uno de los principales seguidores de Petrarca. Amistad, humanismo y, si se quiere, algo que en algún otro lugar, por aquí, he llamado sano elitismo. Todo ello muy compatible con lo que entendemos, sanamente también, como vida solitaria, y especialmente durante las (ya inminentes) vacaciones de verano.

Rescatada la cita del laberinto de la web (Jarauta), la incorporo como una divisa principal de estos QSY. El "qué se yo" de Montaigne podría completarse así con el "para quién" de Petrarca.


* Sigma, hermano de Mu, profesor singular y apasionado de latín y griego, me sugiere (por Whatsapp) esta traducción, claramente mejor, para el final de la frase: "...sino para ti, para mí y para esos pocos con los que estas marcianadas (sic) nos hermanan." Es la lectura que habría hecho (o hizo) Shakespeare, seguramente.



sábado, 11 de diciembre de 2021

239. "Qué se yo", según Merleau-Ponty

Trotando entre textos, y buscando en realidad uno que está unas páginas más adelante en Lo visible y lo invisible, encuentro este, que no puedo dejar de incluir aquí:

"Por ese camino, finalmente, se vería lo que es la interrogación filosófica. No el an sit, y la duda, en que el Ser está sobreentendido, y tampoco el «sólo sé que no sé nada» en que ya asoma la certeza absoluta de las ideas, sino un «¿qué sé yo?» verdadero, que no es completamente* el de Montaigne. Porque el «¿qué sé yo?» podría ser simple recurso a la dilucidación de las cosas que sabemos, sin examen alguno de la idea de saber. Sería entonces una de esas preguntas de conocimiento, como acaso puede serlo también «¿dónde estoy?», en las que uno sólo duda sobre la necesidad de hacer entidades -el espacio, el saber- tomadas como evidentes en sí mismas. Pero ya, cuando yo digo, en el curso de una frase, «qué sé yo?», es otra clase de pregunta la que nace, porque desborda la idea del saber mismo, invoca no sé qué lugar inteligible donde deberían encontrarse hechos, ejemplos, ideas, que me faltan**; insinúa que el modo interrogativo no es un derivado por inversión o por trastrocamiento del indicativo y del positivo, ni afirmación ni negación veladas o esperadas, sino una manera original de apuntar a algo, por decir de algún modo, una pregunta-saber, que por principio no puede ser superada por ningún enunciado o «respuesta», modo propio, quizás, de nuestra relación con el Ser, como si él fuera el interlocutor mudo o reticente de nuestras preguntas. «¿Qué sé yo?» es no sólo «¿qué es saber?» y no sólo «¿quién soy yo?», sino, finalmente, «¿qué hay?» e incluso «¿qué es el hay?». Estas preguntas no apelan a la exhibición de algo dicho que les pondría fin, sino al develamiento de un Ser que no está planteado porque no necesita estarlo, porque está silenciosamente detrás de todas nuestras afirmaciones, negaciones e, incluso detrás de todas las preguntas formuladas. No es que haya que olvidar éstas en su silencio, ni se trata de apresarlo en nuestro palabrerío, sino que la filosofía es la reconversión del silencio y de la palabra uno en otra (…)."***

 

* En francés, tout à fait, y la traducción, naturalmente, es correcta en sentido literal, pero algo incomoda en la lectura. "Que no es enteramente equivalente" al de Montaigne, entiendo, que lo es solo en parte.

** La negrita es mía.

*** Maurice Merleau-Ponty. Lo visible y lo invisible. Traducción de Estela Consigli y Bernard Capdevielle. Buenos Aires: Nueva Visión, 2010. Pp. 117 - 118.



domingo, 12 de abril de 2020

149. La Tempestad (I)

Hay momentos en que apetece refugiarse en una obra y decir "aquí me quedo"*, al menos durante un tiempo mientras acaba de pasar lo que esté pasando en esos momentos. A mí me ocurre con determinados textos a los que vuelvo una y otra vez, textos, libros, como Les mots de Sartre, y muchos otros, pero pienso ahora en el texto sartriano porque habla de esa relación especial, vital, que podemos tener con los libros. Podemos habitarlos, vivir en ellos, mientras, de alguna extraña forma, ellos también viven en (con) nosotros.

Algo así me viene pasando con La Tempestad durante este período de encierro. Creo que al principio fue porque imaginé la vuelta al mundo de antes (de ayer, por decirlo con Zweig), a la calidez de nuestro mundo de la vida, con las palabras de Miranda, O brave new world**, como un (re)descubrimiento del esplendor cotidiano de nuestra vida en común. Después, sin embargo, fui reconociendo la riqueza de sugerencias que aquel extraño episodio, cómico, trágico y  mágico en una isla al margen del mundo podría traer para acompañarme durante estas semanas. Y también los posibles compañeros de viaje, además de los exóticos o misteriosos personajes de la obra: Montaigne, Ernst Bloch, Harold Bloom, G. Wilson Knight y Auden, entre otros que aparecerán.

To be continued.


* Cómo no pensar, si uno escribe esto, en los versos de Goytisolo (Palabras para Julia):
 "(...)
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
(...)"


** MIRANDA: O wonder!
How many goodly creatures are there here!
How beauteous mankind is! O brave new world
That has such people in't. 
(Acto V, Escena I)

También es inevitable que estas palabras nos remitan a la obra homónima de Aldous Huxley. Intentaremos explorar también hacia dónde nos conduce esa referencia.


sábado, 20 de julio de 2019

67. Antecedentes


Vivimos en una especie de atmósfera informativa muy contaminada. No pocas veces, en los últimos tiempos, una infamia periodística (naturalmente, al servicio del statu quo, del poder de clase) me incita a imaginar algo así como un blog, una columna o un rostrum (sigo fascinado por SPQR, de Mary Beard), donde desahogar mi indignación. Es muy poco probable que llegue a hacerlo alguna vez. Lathe biosas. Pero si lo hiciera (es bonito imaginarlo), podría titularlo genéricamente con la máxima de Montaigne: “¿qué sé yo?” En castellano, la frase tiene un doble sentido, no del todo ambiguo, muy interesante. Lo que sé, lo que puedo llegar a saber, lo que no sé y tampoco sé si llegaré a saber. La mejor medicina contra la falsedad. (De Huellas, 2016)

- - - - - - - - - - - - - - - 

A veces me gusta imaginar cosas que nunca haré. Como este blog que hoy me ha dado por imaginar, al que le pondría como cabecera “Qué sé yo”, y desde el que me dedicaría a opinar, con cierto estilo expresionista, sobre lo humano y lo divino. (De Huellas, 2017)