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sábado, 7 de septiembre de 2024

380. Padres e hijos

Cena con hijos (con Mu, Pi y Alfa), ya adultos e independientes, siempre admirables (como quería mi cita favorita, quizás imaginaria, de Hesse [§353]). Sus vidas, entrelazadas (a veces más, y a veces ya menos) con las nuestras. Sus esperanzas y alegrías, como sus penas y preocupaciones (Sorgen), siempre también las nuestras. Calidez común del reencuentro, recordada, renovada. Comprensiones y algunas incomprensiones, sutiles, generacionales, necesarias. Momentos de vida rotunda y plena que merecerían unos versos de Jorge Guillén.

(Sí, ahí en el fondo suena, resuena, Father and son, de Cat Stevens, que (mal) recordábamos hace poco durante una cena especialmente agradable, entre copas (de vino), y también la novela de Turguéniev, y esos versos doloridos, catárticos, de Claudio Rodríguez y Eugénio de Andrade, que dejé aquí hace tiempo en suspenso.)

 

 

viernes, 23 de junio de 2023

305. Marinheiro

 "Vê como o verâo
subitamente
se faz água no teu peito,

e a noite se faz barco,

e minha mâo marinheiro."

    

                    (E. de Andrade, Arte de navegar)



miércoles, 3 de agosto de 2022

270. Eugénio de Andrade, poesía y prosa

 Creo que tengo dicho por aquí en algún sitio lo mucho que me suele gustar la prosa de los poetas, la que ellos escriben (la lista es infinita, Goethe, Poe, Shelley, Pessoa, Gide, Auden, JRJ, Machado, por recordar ahora rápidamente solo a algunos), y también, de vez en cuando, la que los críticos y comentaristas escriben sobre ellos. Siempre es una grata sorpresa encontrar textos de este último grupo que estén a la altura del placer que produce la lectura de los autores de referencia. El último ha sido el prefácio de José Tolentino Mendonça a la Poesia (sin tilde) de Eugénio de Andrade (Assírio & Alvim: Porto, 2021). Fue en Oporto, precisamente, donde compré el libro hace unas semanas, después de un memorable (y pequeño, como el país, según se repité allí tópicamente) encuentro entre neuropatólogos portugueses y españoles.

Dice cosas como estas Tolentino en su presentación:

"Sobretudo, não consentia em distrair-se da responsabilidade que é viver diante das coisas tão elementares como a luz da manhá, os goivos que florescem, o branco da página, o silente grito das vítimas ou o olhar do seu gato."

Sí, así se escribe de un poeta de la sensibilidad y nítida expresión de Eugénio de Andrade, que recuerda a Cernuda y en algo también a Claudio Rodríguez.  

Y también, más adelante, cuenta esto sobre cierta prosa del poeta:

"Foi, do princípio ao fim, desconcertante como um adolescente insolente e límpido. Ouvi Álvaro Siza contar uma historia passada em 74, que o demostra bem. Andava um grupo de alunos de Belas-Artes a pintar um mural quando viram aproximar-se Eugénio de Andrade que, nessa altura, no Porto, era já um mito. Vencendo o obstáculo da reverência que sentiam, dirigiram-se a ele perguntando-lhe se nâo queria deixar nada escrito no mural. Esperavam, naturalmente, um verso, uma dessas palavras que só um poeta pudesse grafar. Eugénio assentiu, pegou no pincel e escreveu:«abaixo o fascismo»."

Solo en eso se equivoca el comentarista: nada desconcertante.



sábado, 25 de julio de 2020

171. ¿Por qué lloran los caballos de Aquiles?

Dejo aquí solamente apuntado un tema de trabajo (no laboral) para el verano y una posible comunicación a un próximo congreso de filosofía. Una cuestión para desarrollar en más que excelente compañía: Homero (Ilíada, Canto XVII) (en sus diversas traducciones, con la de Agustín García Calvo como referencia), Nietzsche, Cavafis (nuevo re-descubrimiento), David F. Krell (quien me descubrió el tema), Derrida, Eugénio de Andrade... y los que están aún por llegar. 

Creo que ya intuyo el camino de la respuesta -solo intuyo, de momento. ¿Por qué lloran?


viernes, 26 de junio de 2020

167. Eugénio de Andrade

"A diminuta
flor da candeia,
na mesa o pão o vinho
a rosa,
a súbita
brancura da cama aberta -
a eternidade
milimetricamente
a dividir contigo."

                  Casa do Mundo, Ofício da Paciência