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sábado, 26 de octubre de 2024

388. La caída

 Hace años ("pre-pandemia", suelo decir para resumir) escribí un largo QSY (§35) que tenía como protagonista indirecto (como conjunto complementario, diría Mu) al dirigente político ahora caído. Se trataba entonces de lo político y organizativo, y de lo ideológico. Ahora el torrente mediático, de planos y estratos múltiples que no pretendo abordar aquí, me lleva (sigo bajo la influencia de una constelación que incluye a Merleau-Ponty y a Foucault) a una pequeña reflexión sobre el cuerpo y su encuentro con otros cuerpos, piel con piel, que es (no dejemos de ser en esto siempre aristotélicos) también alma con alma; sobre la reciprocidad esencial de ese encuentro. No debería ser posible disfrutar, ser feliz, si no lo es, a la vez (hama, diría Aristóteles) el otro, la otra persona. No lo es, en realidad, y afortunadamente se ha podido legislar (gracias a los nuestros, las nuestras) para fijar ahí el límite del delito: íntimo, profundo, traumático. Son oportunos aquí estos versos de un poeta comunista*, Juan Rejano:

"He de olvidarme de mí 
para no olvidar lo ajeno."

Nunca, y aun menos ahí, en el (glorioso) cuerpo a cuerpo.


* En relación con esta categoría (poeta comunista), ver nota al pie en §257.
 
 
 

viernes, 25 de octubre de 2024

387. El Imperio contraataca

 Escucho con un escalofrío esta declaración de Antony Blinken, Secretario de Estado de los E. U. A., durante su reciente visita a Israel. Traduzco:

"Desde el 7 de octubre, hace un año, Israel ha alcanzado la mayoría de sus objetivos estratégicos por lo que se refiere a Gaza, y todo ello con la idea de asegurarse de que no vuelva a ocurrir un 7 de octubre. En el espacio de un año ha conseguido desmantelar la capacidad militar de Hamas, ha destruido gran parte de su arsenal, ha eliminado a sus líderes principales, incluyendo, recientemente, a Yahya Sinwar. Esto se ha producido con un coste, gran coste, para los civiles palestinos de Gaza. Ahora es el momento de convertir esos éxitos en un éxito estratégico duradero. Y en realidad hay dos cosas que hacer: traer a los rehenes a casa y poner fin a la guerra (...)."

Ahora ya sí, misión cumplida; la necropolítica más fría y atroz, una nueva bomba atómica. Ni siquiera es posible contar el número de muertos, más adelante se harán estimaciones, como la publicada hace unos meses en The Lancet* (y no serían menos de 200.000 a estas alturas).

"Israel ha matado en Gaza a más niños que hombres y mujeres." (Naciones Unidas) **

"El ejército israelí ha asesinado en un año a más mujeres, niñas y niños en Gaza que en cualquier otro conflicto reciente durante el mismo periodo." (Oxfam Intermón) ***

Así son los éxitos de Blinken. Que nadie ose desafiar al Imperio, especialmente si pertenece a eso que geopolíticamente se viene llamando el Sur.


 * Khatib, Rasha et al. Counting the dead in Gaza: difficult but essential. The Lancet, Volume 404, Issue 10449, 237 - 238. https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(24)01169-3/fulltext

 ** https://news.un.org/es/story/2024/09/1532906

 *** https://www.oxfamintermon.org/es/nota-de-prensa/israel-asesina-mas-mujeres-menores#



domingo, 13 de octubre de 2024

miércoles, 28 de agosto de 2024

377. Las verdades y las voces

Reunión de verano, vacaciones, de una pequeña tribu de izquierdas, feliz, con todo. Ya en los postres, como se dice, se habla francamente de política, a pesar de los riesgos, por todos conocidos. Hablamos más alto, también más tosco, intentamos resumir en un brochazo lo que habría que pararse a dibujar con más detalle. Nos conocemos bien todos y sabemos, más o menos, lo que vamos a decir unos y otros. Intentamos argumentar, pero lo hacemos todos a la vez, y así es imposible. Hay prisa en decirlo todo, o lo más importante, o solo esa clave que nadie sabría interpretar tan bien como quien la deja caer ahí como un martillazo. Tienen razón nuestros hijos cuando dicen que todo esto es, por lo demás, cosa de machos.

Al final cunde cierta sensación compartida de desastre, de fracaso (de la tribu o de la izquierda, en esa visión un tanto burguesa de que es mejor no discutir mucho, que tanto da, si se puede pasar un rato agradable, comiendo y bebiendo y hablando de cualquier cosa). Sin embargo, quiero ver algo positivo en esos momentos de oscuridad y confusión, de arañazos a veces duraderos (¿qué argumentación política no tiene su componente retórico ad hominem?) A voces, a golpes también, todos estamos peleando ahí por una verdad común, compartida, que, si no nos parece evidente, sí creemos al menos posible (aunque cada uno de nosotros piense que es la suya, exclusivamente). Si no, ¿qué sentido tendría discutir con tanta pasión? Yo diría (y busco ahí la compañía de Vattimo) que esa verdad existe, pero que no es, por decir así, teórica, y que tiene menos que ver con los fuegos artificiales de la discusión (mucho ruido muy efímero, afortunadamente) que con eso que nos llevó a reunirnos e incluso a ponernos a hablar de política. Algo por lo que nos buscamos unos a otros y que, malgré tout, no dejamos de buscar juntos. 



sábado, 6 de julio de 2024

374. Cuidar la memoria

 Como escribió Agustín de Hipona, nuestra memoria, infinita, es un tesoro. La nuestra personal y también la memoria colectiva, común, que crea un nosotros (que nos crea). Nada de lo que hagamos en adelante debe (y, bien mirado, nada puede) dañar su sentido original ni su carácter sagrado. Esa es nuestra responsabilidad fundamental, cuidar la memoria.



lunes, 1 de julio de 2024

373. Si bien...

 Sigo suscribiendo (seguiría firmando, como decía, en un sentido más fáctico) el artículo de Boaventura de Sousa Santos recogido en el QSY anterior (§372). Sin embargo, no puedo dejar de traer aquí una breve consideración suscitada por un comentario, tan apropiado como contundente, por parte de Sigma, quien ya contribuyó, a su modo "singular y apasionado" a un QSY previo (§323). La cuestión, como me ha parecido entender, gira en torno a estas frases del artículo:

 "Nadie en el Sur global cree que Rusia o China estén interesadas en promover la guerra. Los imperios en ascenso prefieren las relaciones de suma positiva a las de suma cero (como la guerra). Su ascenso y aumento de influencia se basa en proporcionar ventajas reales a los nuevos aliados, aunque estén sujetos a condiciones de subordinación. Por eso favorecen la diplomacia y el multilateralismo."

No somos expertos (académicos) en geopolítica, Sigma y yo, ni queremos serlo, creo, sino tan solo "ciudadanos educados y competentes", en el sentido aristotélico (§285), y por eso nos permitimos opinar sobre esto, y preguntarnos, y preguntar al insigne profesor portugués, si vale el mismo concepto de imperio para describir a EE. UU., a Rusia, China o, por ampliar el espectro, a la India. El multilateralismo al que hace referencia el artículo parece implicar también una diversidad en las políticas internacionales de esos países inmensos y con un inmenso potencial de destrucción mutua (nuclear). 

Para la RAE el término "imperio" (la acepción que aquí nos interesa) equivale a "potencia hegemónica", y "hegemonía" indica la "supremacía que un Estado ejerce sobre otros". Supremacía cultural (continúo yo), económica (comercial, financiera), y militar, sobre todo militar. Y no solo militar en potencia, por decir así, también aristotélicamente, en un mundo lleno de bases militares (¿de quién? ¿para qué?), sino en acto, en guerra (¿de quién con quién?). Habría que volver, sí, a aquellos tiempos, hoy tan denostados, de la "coexistencia pacífica".



sábado, 29 de junio de 2024

372. Vivir la vida en paz

Pondría mi firma con mucho gusto bajo este lúcido texto de Boaventura de Sousa Santos

https://diario16plus.com/carta-abierta-a-los-jovenes-sobre-la-tercera-guerra-mundial/

No hay nada más importante en este momento, a escala colectiva y global.

No dejemos de leer y releer Los Thibault. Ni de escuchar a Lennon:

"Imagine all the people
living life in peace".
 
 
 

sábado, 8 de junio de 2024

371. El mal y la política

 Me preguntaba hace unos cuantos QSY (§347) si al final haría su aparición la política en el libro de Ana Carrasco-Conde, Decir el mal*, que entonces solo había empezado a leer. La política práctica, decía, la praxis política, cuya función principal intuimos dirigida a combatir el mal. Al cabo de una revisión (dolorosamente) exhaustiva de las formas históricas más extremas y masivas del mal, todas ellas asociadas a la guerra (la Alemania nazi, Camboya, Ruanda, pero (me pregunto) ¿por qué no también las inmensas masacres producidas por los bombardeos masivos de la población civil en Dresde, Hiroshima, Nagasaki o en Vietnam (entre otras muchas), como ahora mismo en Gaza?), se hace evidente la multilateralidad del mal. También los "nuestros" (las tradiciones que asumimos, de alguna forma, en nuestra propia visión y actitud políticas), los del siglo XX y siglos anteriores, hicieron, en no pocas ocasiones, cosas malas (asesinatos, torturas, violaciones, entre otras). Hay que ser muy concreto y muy específico al hablar del sufrimiento que produce cualquier actividad humana, cualquier actividad política; porque el sufrimiento es el mal (y, quienes lo causan, o impiden eliminarlo, son responsables de ese mal). Y, como dice Carrasco-Conde, hay que decir siempre todo el mal, y aquí vale la manida expresión (no por ello menos verdadera), "venga de donde venga". Pero todo es todo, creo que ahí está la clave, y por eso podemos hablar (malgré tout), sin renunciar a reconocer siempre lo intolerable, de "los nuestros".

Al final de mi Aristóteles y el Che** (siempre hay que disculparse por una autocita), expresaba mi intención de ponerme alguna vez a buscar las claves de una sana biopolítica. Tras los pasos de Didier Fassin, una de esas claves (utópica, pero no de máximos, sino de mínimos) puede estar en el objetivo (imperativo moral y ontológico) de reducir el sufrimiento, todo tipo de sufrimiento, cuya raíz está en último termino, ligada a la vida. Aquellos que han perseguido ese objetivo en el pasado, y quienes, a pesar de todo (el consumismo, el egoísmo, la indiferencia, la ignorancia y la mala fe) lo siguen persiguiendo hoy, esos son los nuestros.

(Víspera de las elecciones europeas del 9 de junio.)


* Carrasco-Conde A. Decir el mal. Comprender no es justificar. Barcelona: Galaxia-Gutenberg, 2021. 

** https://www.catedradehermeneutica.org/por-una-postmodernidad-alternativa-15/

 

 

sábado, 9 de marzo de 2024

355. Aporías de la democracia: votar a distancia

Pienso en la distancia en relación con el voto. No en la distancia entre el votante y la urna (el voto por correo y todo eso), sino en la que separa la intención de votar de lo efectivamente votado. Lo que me separa, como perspectiva y posición política, de la candidatura a la que finalmente votaré. Sí, se trata del terreno (pantanoso) del voto útil, del menosmalismo (y todo eso). Para unas personas esa separación es mayor, para otras menor, pero me imagino que el bipartidismo dominante en estas democracias occidentales tiene que ver con eso, quiero decir, con que muy pocas personas voten lo que (como) realmente piensan. Al menos, entre las personas que piensan el voto, que esa es otra (aporía de la democracia).



lunes, 4 de marzo de 2024

354. Los buenos y el malo

 No sé bien qué marco cognitivo, estructura mental profunda o arquetipo ancestral (o lo que sea dentro de un largo elenco de entidades de este tipo) podría explicar el hecho de que, especialmente en el ámbito político, lo bueno se dice casi siempre en plural (nosotros, los buenos), mientras que lo malo suele concentrarse en una sola persona (el malo). Y ello especialmente en las declaraciones de muchos políticos (por lo general, no de "los nuestros") y en las noticias difundidas por sus medios de comunicación.



viernes, 29 de diciembre de 2023

346. Otras huellas, sonhos

 Me va ocurriendo, creo, que cada vez me importan menos mis propias huellas (Huellas) y me interesan más las otras, las de los demás, o al menos el modo y los momentos en que unas (las mías) y otras se pisan, se entrecruzan y se muestran caminos nuevos, inéditos. Será, podría ser, que ya no tengo tanto miedo a olvidar y/o que voy pensando que la memoria, toda la memoria, es en el fondo mucho más colectiva (compartida) que personal.

Encuentro en Twitter (ahora "X") la noticia de la muerte de Odete Santos, veterana militante y dirigente del Partido Comunista Portugués (PCP), miembro de su Comité Central (CC), que desempeñó cargos públicos importantes en Setúbal y fue diputada en la Asamblea de la República durante 27 años. Todo lo que hizo y promovió indica que fue una persona, una comunista, profundamente comprometida con la educación, la salud, los derechos civiles y la felicidad de los seres humanos. Una de las nuestras, y un descubrimiento para mí, porque no la conocía. 

Odete ("mulher de Abril") se interesó especialmente por la función social de la poesía, como "forma de intervención", y la nota publicada por el Secretariado del CC del PCP señala que varias generaciones la recordarán recitando Calçada de Carriche, poema de António Gedeão. Buena ocasión, pienso, para descubrir a un nuevo poeta portugués, siempre una alegría para mi ("a joy for ever", dejó escrito para siempre Keats).

Busco en mi monumental antología de poesía portuguesa, y allí (y también en la Wikipedia) veo que António Gedeão era el pseudónimo de Rómulo de Carvalho (1906 - 1997), autor multidimensional (mejor que polifacético), poeta, científico (era químico), profesor y ensayista, "Alguns dos seus poemas fazem a ponte entre uma poética de reflexão íntima do homem perante o mundo e un certo tipo de comprometimento social, sem deixarem de recorrer a uma grande liberdade de associações e uma ben doseada ironia." *

Así comienza el extenso poema, de claro compromiso social, que recitaba la dirigente comunista:

"Luisa sobe,
sobe a calçada,
sobe e não pode
que vai cansada.
Sobe, Luisa,
Luisa sobe,
sobe que sobe,
sobe a calçada.
(...)"

Mi antología recoge otro de los poemas más conocidos de Gedeão, Pedra filosofal, donde el poeta habla de los sueños y de aquellos que no saben lo que los sueños del ser humano realmente son. Me quedo aquí con los primeros versos y la última estrofa del poema.

"Eles não sabem que o sonho
é uma constante da vida
tão concreta e definida
como outra cousa qualquer,
(...)
 
Eles não sabem, nem sonham,
que o sonho comanda a vida.
Que sempre que um homem sonha
o mundo pula e avança
como bola colorida
entre as mãos de uma criança."

No debemos dejar de perseguir huellas, de cruzar las nuestras con otras en las que a veces descubrimos y reconocemos a los nuestros.


* Poemas Portugueses. Antologia da Poesia Portuguesa do Séc. XIII ao Séc. XXI. Porto: Porto Editora; 2009, p. 1282 y ss.



domingo, 26 de noviembre de 2023

341. Alcibíades, Sócrates y la democracia

 Me gusta cómo escribe Kallifatides, con una estructura narrativa y una escritura claras y sencillas. Ya dije hace unos QSY que a veces puede resultar algo sentencioso, pero eso no le resta sencillez, y con frecuencia contribuye a la claridad del texto. Hace unos días leí en su Timandra este sugestivo diálogo. (Timandra es la amante más bien unilateralde Alcibíades, y es también quien nos narra la historia de la novela).

"Estaba contenta gracias a él, y con frecuencia me ponía de su parte cuando Sócrates se empeñaba en aguarle la fiesta con su crítica constante y, desgraciadamente, cierta.

¿Qué sabes tú que no saben los atenienses? le preguntaba. ¿Por qué quieres gobernarlos? ¿Qué sabes tú lo que es el bien y el mal?

Por supuesto, a Alcibiades no le faltaban respuestas, pero Sócrates se las echaba abajo una tras otra, hasta que Alcibíades no tenía nada que decir y caía en un estado de melancolía que, por suerte, le duraba poco.

Pero ¡¿por qué no le preguntas a los atenienses?! le grité una vez. ¿Por qué no les preguntas por qué quieren que sea su general?

¡Exactamente! dijo Alcibíades, en tono triunfalista.

Sócrates no respondió en seguida, y sabíamos que cuanto más tardara en hablar, peor quedaríamos nosotros.

¡No preguntamos al asno por qué quiere albarda! ¡Preguntamos al arriero!

¡De modo que todos los atenienses son unos asnos! grité, defendiendo la democracia con una vehemencia histriónica.

Cada ateniense, considerado como individuo, no es un asno. Pero todos los atenienses en conjunto se tornan asnos. Los atenienses, como todos los demás, se olvidan y se convierten alegremente en una masa necia."*

No recogería aquí este curioso diálogo (Timandra no votaría en la democracia ateniense, pero podía permitirse pegarle unos buenos gritos a Sócrates), si no me trajera, atravesando eras, a nuestra actualidad política local y cotidiana. Y no pienso solo en los votantes de derechas, sino (lo que es aun peor a efectos prácticos) en los (y las) de izquierdas. 


* Kallifatides T. Timandra. Traducción del griego moderno de Carmen Vilela Gallego. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2022. (pág. 113)