sábado, 30 de marzo de 2019

49. To whom it may concern

Cuando era estudiante de Medicina (y después, como médico residente), pasé unos cuantos veranos en Inglaterra, y también en Estados Unidos, incorporado a las actividades académicas y clínicas del hospital que en cada momento me acogiera: National Heart Hospital, Middlesex Hospital, Guy's Hospital, Hammersmith Hospital, Massachusetts General Hospital, Detroit Medical Center. Se trata de una peregrinación clásica (tópica) en la formación médica e investigadora española, que siempre tuvo algo de "provinciano", pero que en mi caso, como en el de muchos otros, seguro, contribuyó a ampliar mi mundo, y a que pudiera sentirme seguro y a gusto (casi) en cualquier lugar. Alejándome de lo que me era familiar, aprendí el valor de la familiaridad con lo nuevo. El papel de José Luis Barros, cirujano, amigo y mentor, en este peregrinaje y en otros episodios de aquellos tiempos, deberá ser objeto de alguna entrada futura de este blog.

Siempre que terminaba uno de esos periodos (con ganas ya de volver a casa), mi responsable local, por lo general un Jefe de Departamento, me entregaba un certificado de mi estancia, un texto estándar cuidadosamente redactado, que contenía alguna breve referencia amable a las cualidades y al futuro prometedor del estudiante. En Inglaterra, especialmente, las secretarias de esos importantes Professors (lo eran y lo parecían), se referían a este documento como el To whom it may concern. Así comenzaba el certificado, con un encabezamiento que lo dirigía "a quien (le) pueda interesar (o concernir)". 

En el marco del experimento gadameriano que representa este blog, me pregunto a quién van dirigidos estos breves textos, algunos actuales y otros recuperados (recordados) de una experiencia escrita con el objetivo inmediato de conservar algo de ella (Huellas). No tengo otra respuesta a esa pregunta que la frase prudente, perfecta y tautológica que abría aquellos textos, testigos de un itinerario (huellas) durante mis años de formación: to whom it may concern.



miércoles, 27 de marzo de 2019

48. El horror de llegar


Hay cierta ineficiencia en este disfrute mío de lo que está aún por hacer, en descubrir con placer que hay mucho trabajo ahí delante ya preparado para ser realizado. Mientras siga habiendo, me digo y pienso, mientras el desarrollo del trabajo mismo siga llevando a nuevas posibilidades, ideas, proyectos, todo irá bien. Soy consciente, sin embargo, de que dedico demasiado entusiasmo a esta pura potencia de que algo sea hecho; y de que de este modo algunas cosas se retrasan indefinidamente. El horror de llegar. (De Huellas, 2013)


47. Les mots


Palabras mágicas, sagradas, de cada uno, de todos, para cada instante, para siempre. Si hay algo venerable (¿Venus?) son ellas. Basta con aprender a saborear su sonido y su significado. Eso es lo que nos ha enseñado siempre la poesía, que las grandes construcciones literarias tienen como elementos átomos puros de vida consciente, plenos de sentido. Les mots. (De Huellas, 2013)


viernes, 22 de marzo de 2019

46. Agrafia


Confieso que me gusta escribir, el acto, el proceso, ponerse durante unos momentos solo a eso, tranquilamente, el movimiento de la mano y el del pensamiento que busca y deja salir las palabras, las frases. Pero si la escritura, sobre todo cierto tipo de escritura, la más poética, como ya sé, implica dolor y sufrimiento, doy por bueno el silencio, la agrafia, si significa (¿significa?) que la vida se vive sin un dolor intolerable. (De Huellas, 2013)