miércoles, 16 de octubre de 2019

100. Prisa

No está bien tener demasiadas cosas que hacer, pero lo peor es tener prisa para hacerlas.



sábado, 12 de octubre de 2019

99. Private club

Hace unos días, invitado a dar una charla en un club privado, me vi cenando con un grupo de miembros del club -cultos, amables y cordiales-, hablando de todo y, cómo no, rozando pronto lo explícitamente ideológico. Como no quería (realmente) escandalizar, y el contexto era tan amable y acogedor, ante la exigencia (también amable) de autodefinirme, lo hice, sin engañar ni engañarme, creo, como heideggeriano de izquierda. Sonó raro, me di cuenta, y no sé si por dentro o por fuera de algún límite allí presente, invisible. Creo que algunos de los asistentes entendieron lo que quería decir, y es posible que otros lo tomaran como una excentricidad, y aún otros como un subterfugio. 

No me dejó insatisfecho el episodio. En momentos así, el vino, la charla agradable y el ambiente simpático, uno piensa que podría llegar a decir algo que después deseara haber dicho de otro modo "bajando las escaleras"*. No, iba contento y un poco divertido mientras bajaba las escaleras de ese magnífico y discreto piso.

*Al comienzo de su reciente En defensa de la Ilustración, hace referencia Steven Pinker a l'esprit de l'escalier (el "ingenio de la escalera", según la traducción de Pablo Hermida Lazcano,  Ed. Paidós, 2018). Fue precisamente la invocación del optimismo de Pinker en un momento de mi charla, con cierto tono melancólico o irónico que algún asistente captó, lo que llevó la conversación posterior, durante la cena, hacia un terreno propiamente político. (De Huellas, 2019)



98. Peter Handke

Me he alegrado mucho de la concesión del Premio Nobel de Literatura de este año a Peter Handke. He leído mucho su obra, bastante, y con mucha atención, que la requiere, para no dejar escapar el enigma que muchos de sus textos invocan. No se trata de resolverlo, sino de encontrar ahí, como en muchos poetas (René Char, p. ej.) algo que nos atrae, nos interesa y nos invita a pensar, en el límite de lo expresable en palabras, y aún con imágenes, ese límite que explora el escritor. 

También me he alegrado porque se vuelve a hablar de su intensa implicación, también como escritor, en la denuncia de la desinformación (me parece más acertado este término que el de "posverdad") sobre las Guerras de Yugoslavia*. Esa larga y dura lucha, también expresada en literatura, hizo de Handke para mí un ejemplo de intelectual lúcido, independiente y limpio. Me alegré por él también cuando el Tribunal de La Haya absolvió a Milosevic. Tarde, estas cosas pasan siempre demasiado tarde. Ese fue mi primer tuit.

*https://ctxt.es/es/20191009/Culturas/28837/peter-handke-slobodan-milosevic-nobel-de-literatura-serbia-cecilia-dreymuller.htm



viernes, 11 de octubre de 2019

97. Anti-Fausto


Limitación, finitud, humildad. Llega de nuevo el momento anti-fáustico. ¿Cuánto conocimiento se puede abarcar con solvencia, con la suficiente familiaridad? ¿Y para qué?

Centrarse, aunque sea solo un poco, aunque sea en varias cosas. (De Huellas, 2017)



sábado, 5 de octubre de 2019

96. Nacionalismo o internacionalismo

Solo veo algo bueno en el nacionalismo (¿diríamos que "sano"?) cuando me imagino siendo de otro sitio o de otro país (por lo general de un corto número de posibles "patrias" alternativas). Así se me hace algo más simpático tener una nacionalidad determinada (y casual), a la vez que veo el internacionalismo (en el sentido más tradicionalmente izquierdista) como algo real, concreto y rico en perspectivas. Ser, a la vez, de algún sitio y de cualquier sitio. (Dx)

(Escuchando Irish Heartbeat, cantado por Van Morrison y Mark Knopfler, claro.)



95. Cesare Pavese

"Anche tu sei l'amore.
Sei di sangue e di terra
come gli altri. Cammini
come chi non si stacca
dalla porta di casa.
Guardi come chi attende
e non vede. Sei terra
che dolora e che tace.
Hai sussulti e stanchezze,
hai parole - cammini
in attesa. L'amore
è il tuo sangue - non altro."



miércoles, 2 de octubre de 2019

94. Leer poesía

¿Por qué, para qué, se lee poesía? Por el hábito (héxis) de hacerlo, sin duda, cuando se tiene, entre tantos otros que nos constituyen. Para navegar cerca de lo absoluto y lo verdadero (humano) que algunos poetas (bastantes, afortunadamente) han intuido y han sabido registrar. Y para pescar allí algunos versos afines que, cuando los encontramos, se quedan con nosotros para siempre. Algunos de los versos, vivos, que han ido dejando mis lecturas, como un sedimento, como huellas, van apareciendo en estos QSY. Si alguna vez me sintiera capaz de comentarlos, lo haría. (Dx)