La lectura de Plessner (§364) me ofrece también (no importa ahora con qué motivo, en qué contexto), esta frase latina, como tantas (aurea dicta), de sabiduría concentrada. ¡Qué sabios eran estos filósofos, científicos, historiadores, médicos, de las primeras décadas del s. XX! ¡Quién pudiera hoy abarcar tanto (no con los datos, sino con la mirada)!
El caso es que el latín me lleva lejos del texto en que está inscrito, hacia mis propias ensoñaciones (decía Rousseau). Con permiso de la palabra. Como cuando uno dice su palabra, sus palabras, en minoría, frente al discurso ambiental. Y aunque no llegue a decirlas, como cuando las piensa. Con permiso, sí, que no estamos solos, pero tampoco callados.
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