domingo, 4 de diciembre de 2022

280. Edgar Morin y el viejo topo

 ¿Cómo no simpatizar con Edgar Morin, en el más profundo sentido del término? El centenario y lúcido pensador ofrece en Cambiemos de vía (2020)* la visión de un mundo posible y, sobre todo, necesario, que hemos podido atisbar a consecuencia de la pandemia. Simpatizar, digo, a pesar de ciertas trazas de trotskismo que creo descubrir en algunas de sus propuestas ("a pesar" es aquí una broma personal difícil de traducir), por esa manía mía (y, posiblemente, de nuestra izquierda y nuestra generación) de intentar clasificar cualquier perspectiva política como si de una especie botánica se tratara. Morin sugiere líneas de crítica y reflexión, principios de actuación individual y colectiva, e incluso algunos órganos políticos de ámbito nacional (Consejo de la Ecología, Consejo del Futuro, Consejo de las Edades) o planetario (Consejo Mundial de las Conciencias). ¿Cómo no simpatizar, digo, con una política basada en los "principios republicanos de Libertad, Igualdad y Fraternidad", alimentados por "cuatro fuentes posteriores": la socialista (solidaridad), la libertaria (autonomía), la comunista (fraternidad) y la ecológica? En relación con esta última:

"La toma de conciencia de la comunidad de destino compartido terrestre entre la naturaleza viva y la aventura humana debe convertirse en un elemento esencial de nuestro tiempo: debemos sentirnos solidarios con este planeta de cuya existencia depende nuestra vida; debemos reconocer nuestra filiación biológica y nuestra filiación ontológica; es el cordón umbilical que hay que reanudar." (p. 93) (Las cursivas son mías.)
 
El filósofo francés habla también de metamorfosis, de regeneración (y, en particular, de una "regeneración permanente"), de "buena" utopía, la de la esperanza en un mundo mejor, "la que aspira a una reforma de la globalización, al abandono del neoliberalismo, al control del hipercapitalismo" (p. 99). Lo que no sugiere el filósofo es cómo se puede hacer todo eso, qué movimientos o procesos políticos existen ya o habría que poner en marcha o apoyar para perseguir esos objetivos conjuntamente en todo el mundo, o al menos en algunos lugares (geo)estratégicos. No habla de poder político, por el mismo motivo, seguramente, que tampoco habla del papel del Estado en estas posibles transformaciones. Sin embargo, Morin confía, entre otras cosas, en la fuerza profunda de los procesos históricos, en el hecho de que "el presente siempre está trabajado por fuerzas subterráneas, como el viejo topo del que habla Hegel, que finalmente desintegra un suelo que parecía firme" (p. 97).

Bueno, aquí tenemos, al menos, un posible, aunque metafórico, agente histórico: el "viejo topo". ¿Qué hay detrás de esta interesante metáfora?
 
 "Well said, old mole! Canst work i'th'earth so fast?
A worthy pioneer!"
 
("Así se habla, topo viejo! Rápido caminas bajo tierra.
Valiente zapador...")**

Esto le dice Hamlet al espectro de su padre, medio en broma, al final del Acto I (Escena V) de la obra, durante el juramento de Horacio y Marcelo. ¿Qué representa el "viejo topo" en la obra de Shakespeare? ¿El pasado, el crimen cometido por Claudio, el espectro que viene a recordarlo? Todo ello, seguramente. En la Introducción a la historia de la filosofía, Hegel recoge la metáfora shakespeariana y la extiende a la historia efectiva de la humanidad, donde el "viejo topo" parece representar a la tradición viva que trabaja en lo profundo y es capaz de romper la "corteza superficial" del presente. También Marx, en El 18 de brumario de Luis Bonaparte (y en otros lugares) identifica al "viejo topo" con la revolución y con una representación popular de la beneficencia (Robin Goodfellow) que remite al Puck de El Sueño de una noche de verano. El "viejo topo" llegó a aparecer en el título de un artículo de Rosa Luxemburgo de 1917, precisamente.***

Es posible que Morin, con la ayuda de Shakespeare, reinterpretado por Hegel y Marx, nos esté dando alguna clave más cuando, hablando del espíritu solidario de los seres humanos, dice:

"En todos y cada uno de nosotros hay un potencial de solidaridad que se revela en circunstancias excepcionales como las que acabamos de vivir, y en una minoría hay una pulsión altruista permanente. No se trata, pues, de promulgar la solidaridad, sino de liberar la fuerza disponible de las buenas voluntades y de fomentar las acciones solidarias." (p. 75)

¿Quién?, preguntaba yo. Los de siempre, pues, esa minoría altruista que a veces (cuando el "viejo topo" asoma a la superficie) es capaz de sacar a los demás de su pequeño mundo egoista para integrarlos en un nosotros. Los nuestros.

 

* Morin, Edgar. Cambiemos de vía. Lecciones de la pandemia. Traducción de Núria Petit. Paidós: Barcelona, 2020.

** Shakespeare, William. Hamlet. Traducción de M. A. Conejero, T. Dionís-Bayer y C. Pérez Gallego. Cátedra: Madrid, 2021.

*** Estas referencias se incluirán aquí tan pronto como encuentre su lugar exacto. Todas ellas están recogidas con cierta imprecisión en el blog: 

http://blogdelviejotopo.blogspot.com/2013/06/el-termino-viejo-topo-en-la-tradicion.html.



jueves, 1 de diciembre de 2022

279. Escribir, aprender.

 La necesidad de escribir de vez en cuando como expresión del hábito de seguir (siempre) aprendiendo.



martes, 1 de noviembre de 2022

278. ¿Animalismo o antianimalismo?

 Esa conferencia, la del final del congreso, ya se la había escuchado al conocido biólogo molecular y divulgador hace unos años, antes de la pandemia. Solo que no era exactamente la misma, algo había cambiado. Entonces, cuando terminó, hice una pregunta que ponía de manifiesto el carácter antianimalista del ponente, que había ilustrado extensamente a través de unos cuantos "excesos" del animalismo radical reciente. No recuerdo hasta qué punto expresé, en la pregunta y en el mínimo debate subsiguiente, mi posición habitual sobre la necesidad del radicalismo como vanguardia e indicador del camino, frente a la inercia y negligencia ("tanto da") de la mayoría. Sí recuerdo que al ponente la cosa no pareció hacerle mucha gracia. Ahora, sentado ahí en primera fila (cosas del protocolo), me agradó, y también me divirtió un poco, comprobar que el discurso, sobrio, objetivo, quizás algo escéptico o irónico, perseguía sobre todo, creo, evitar la acusación de antianimalismo. Avanzamos.

 


sábado, 15 de octubre de 2022

277. Lo amable y lo intolerable

 Me invitan a participar en una tertulia, que al parecer se celebrará de forma regular en forma de desayuno, en torno a la sanidad. Es una consecuencia remota, transpandémica, de aquella conferencia que recogí aquí en §99. Allí, además de hablar de algunas cosas que hago y sé, en la cena posterior a la charla me definí políticamente (más bien ontológicamente), a instancias de algunos comensales, como "heideggeriano de izquierda". Parece ser que es esa autodefinición lo que les ha llevado a invitarme amablemente a estas próximas tertulias. También por eso he aceptado con gusto.

Anoto aquí, para recordármelo ahora y en el futuro, la pregunta que debería guiarme en esas tertulias, tal como la formulé después de conocer el concepto de "lo intolerable" de Didier Fassin (§263): ¿cómo es posible que tanta gente entre nosotros esté tolerando lo intolerable, esto es, la destrucción de una de las mejores sanidades públicas del mundo? ¿Cómo es posible que no estemos haciendo nada para detener esa destrucción?



martes, 20 de septiembre de 2022

276. Ahora, hoy

 "Hoy es siempre todavía".*

No ahora, simplemente, sino hoy (complejamente): pasado (ya no), presente (ya) y futuro (todavía no) juntos.. 

 

* Antonio Machado, Proverbios y cantares, VIII, Nuevas canciones.



sábado, 10 de septiembre de 2022

275. Por el camino de Agrelo (bergsoniana)

 Pedaleo despacio, con cierto esfuerzo, porque hay algo de cuesta. Hace años recorría este mismo camino, con estas mismas parras a mi derecha, a toda velocidad. Buscaba entonces más el esfuerzo; ahora intento no hacerme daño. Hace años... no sabría decir cuántos, llevo recorriendo este camino, uno de los accesos desde la zona de la playa, el más utilizado, al valle de Nebra. Es mi primer paseo en bici de este verano, y es como los de años anteriores. ¿Solo como? ¿No será, en cierto modo, el mismo? A la vez vivido y recordado, vivido solo como recordado, recordado porque ahora está siendo vivido, en acto, actualizado. ¿No estaré ahora solo realizando, actualizando, algo que llevo conmigo para siempre?* Aunque no estuviera aquí, sino lejos, haciendo cualquier otra cosa y olvidado (o casi) temporalmente de esto, ¿no estoy de algún modo, virtualmente, siempre aquí pedalenado? ¿Aunque solo a veces lo recuerde, especialmente cuando lo repito, cuando estoy, efectivamente, haciéndolo?

Mientras escribo esto, naturalmente, ya no estoy (actualmente) allí, du côté de Agrelo. 


* Así, los famosos versos de Machado del poema Campos de Soria (Campos de Castilla):

"(...) álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!"

Y los no menos famosos de Camões, también con agua y río, el de Coimbra (Doces águas e claras do Mondego):

 "(...) Bem poderá a Fortuna este instrumento
Da alma levar por terra nova e estranha,
Offerecido ao mar remoto, ao vento.

 Mas a alma, que de cá vos acompanha,
Nas azas do ligeiro pensamento
Para vós, águas, vôa, e em vós se banha."



miércoles, 31 de agosto de 2022

274. Eufemismos

 Ayer murió Mijail Gorbachov, último Secretario General del PCUS y uno de los principales ejecutores de la liquidación de la URSS. Como era de esperar, su muerte es una buena piedra de toque para explorar el estado del anticomunismo actual. El anticomunismo, ya no como idea o como conjunto de argumentos, tantas veces repetidos y discutidos (en eso, en combatirlo, consistió en gran medida nuestra educación política), sino como clima cultural, como marco cognitivo, como elemento incorporado prerreflexivamente a nuestro mundo de la vida (Lebenswelt). Comento aquí brevemente dos artículos de hoy mismo, bien pensados (a pesar de la evidente prisa) y bien escritos, pero algo desarticulados, desencajados, en su estructura lógica. No soy nada partidario de las discusiones puramente formales (una secuela, quizás, de aquellas argumentaciones interminables y agotadoras), y sonrío cuando leo lo que Heidegger escribió sobre la lógica (como puro y frío ejercicio académico, de escasa utilidad), pero creo que tengo algo así como un sentido interno (con permiso de Avicena) que me indica cuando algo "no cuadra".

Leo esta mañana, también deprisa, un artículo de Rafael Poch* donde coloca a Gorbachov en su Panteón personal junto a Mandela, Gandhi, Ho Chi Minh y el Che Guevara. Nada que objetar al Panteón, mayoritariamente comunista, por cierto, salvo por la nueva incorporación (y su problemática lógica). El autor analiza en detalle y con conocimiento histórico profundo el periodo final de la URSS y el papel que tuvieron en él diferentes dirigentes políticos. Si las consecuencias de las políticas de Gorbachov tuvieron un impacto tan negativo, durante décadas, sobre la población del país (y su esperanza de vida), si además supusieron una rendición efectiva frente al imperialismo (más que el mero "fin de la Guerra Fría"), ¿basta con concluir que el balance de Gorbachov es "muy, muy ambiguo"? 

Por la tarde leo un articulo de Pablo Iglesias** que en varias ocasiones hace referencia al anterior. Aunque escrito desde un punto de vista que me resulta más afín, la estructura (y la luxación, por decir así, lógica) es similar a la del artículo de Poch. Dice Iglesias, como conclusión, de nuevo, de los desastres, las concesiones y las derrotas que sucedieron a la desaparición de la URSS:

"La URSS no era un régimen defendible, pero que su desaparición alejó a la humanidad de un futuro humanamente viable es también una evidencia. Decirlo hoy supone saltarse los infames consensos mediáticos y políticos pero no es más que decir la verdad, la puñetera verdad, frente a los necios."

Ay, la historicidad, ¿es que no hay ninguna consecuencia historica que sacar? ¿Ninguna responsabilidad frente al pasado y también frente al futuro? La URSS no era un régimen defendible, se dice, pero a la vista de las catastróficas consecuencias de su desaparición para el mundo entero, ¿no habría que haberla defendido entonces? Algunos lo hicieron, por cierto.

Habría que llevar esas argumentaciones hasta el final, pues, y dejarse ya de eufemismos al hablar del comunismo y el anticomunismo, esto es, de manifestaciones "suaves o decorosas", como dice la RAE, o de "consensos infames", como dice Pablo Iglesias.


* https://rafaelpoch.com/2022/08/30/luces-y-sombras-de-mijail-gorbachov-1931-2022/

** https://ctxt.es/es/20220801/Firmas/40615/urss-mijail-gorbachov-capitalismo-pablo-iglesias.htm