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sábado, 18 de noviembre de 2023

340. Martí

 Encuentro hoy en Tweeter (o como ahora se llame) esta cita de José Martí, y procede, claro, de una cuenta cubana:

"Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a su mesa; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir."

Debajo, el hashtag #FreePalestine y unas fotos terribles de niños ensangrentados o llorando, desesperados, en Gaza. 

Cuba rompió sus relaciones diplomáticas con Israel hace 50 años.

 

 

martes, 7 de noviembre de 2023

339. Releer, recordar, (re)descubrir

 Será la edad (que tiene uno ya), o será (también) haber pasado muchas horas leyendo, haber tenido la suerte de poder hacerlo, el caso es que hay pocas cosas en las que valga más la pena emplear el tiempo que en buscar (mejor, rebuscar*) textos, citas o referencias en la memoria (lectora), en un juego personal y colectivo no muy alejado del Glasperlenspiel de Hesse. En la memoria personal, en la de nuestro grupo humano, y en la memoria intemporal de los textos. Dejó escrito Borges (y no hace mucho que lo leí, aunque no sabría decir ahora mismo dónde) que no vale la pena leer algo que no merezca (o requiera) más adelante una relectura.

Releí con mucho gusto, recientemente, La consagración de la primavera, de Carpentier, que ya había leído hace no menos de 30-35 años. Iba en busca de un texto, recordado por Sigma (§323) en varias ocasiones, y relacionado (me pareció entender) con la trascendencia temporal, histórica de la Revolución de Octubre a lo largo del s. XX (y también, en nuestras conversaciones actuales, en lo que llevamos de s. XXI). 

Algo de contexto. Vera, personaje central de la novela (al igual que la propia obra de Stravinsky, e inspirado en la madre de Carpentier), es una bailarina rusa que llega a Cuba huyendo (como huyó su familia de Rusia) de las revoluciones y guerras del s. XX, también de la Guerra de España**. Vera no es comunista, y tampoco acoge con entusiasmo los primeros signos de lo que acabará convirtiéndose en la triunfante Revolución Cubana. Sin embargo, ante las enormes resistencias que encuentra (en la Cuba de Batista, en Nueva York y París) para montar una representación del ballet de Stravinsky (su prima-vera) ajena a un marco propiamente occidental, hace esta reflexión:

"Y empezaba yo a barruntarme que, tras de este empeño de «defender» un Occidente más amenazado en sus más finas tradiciones por una constante y agresiva invasión de la publicidad norteamericana que por cualquier otra cosa, lo real, lo inconfesado, estaba en un tremendo miedo a quienes, en la Batalla de Stalingrado, habían determinado el desenlace de la última guerra. El hecho de que los rusos hubiesen llegado a Berlín antes que nadie; el hecho de que Leningrado hubiese resistido un asedio de novecientos días; el hecho de que las gentes de mi raza hubiesen resistido con denuedo donde otros habían capitulado desde el primer momento, jodía ‒ésa era la palabra‒ a más de uno. A través de sus disfraces de puro intelectualismo, sus llamados a la neutralidad ante las cosas del espíritu, estos alardes de defender valores que nadie, en realidad, ponía en entredicho, apenas si podían ocultar el carácter político de iniciativas políticas manejadas por intelectuales y artistas conturbados por una perenne fijación política, adversa a cualquier brújula que apuntara hacia el Este, aunque presumieran de apolíticos, y amaran, por encima de todo, una Libertad que jamás acababan de definir de modo claro."***

Ante el horror, el horror abismal, de Gaza, un amplio grupo de intelectuales y artistas árabes, con Adonis, grandísimo poeta, al frente, nos han recordado también en estos días la incompetencia moral y política de tantos intelectuales occidentales.****


* Es oportuna aquí la segunda acepción de este verbo que podemos encontrar en el DRAE: "recoger el fruto que queda en los campos después de la cosecha."

** Así dice Carpentier. Por mi parte, siempre he preferido este modo de referirse a ella al usual de "Guerra Civil", y sé que en esto sigo, entre otros, a José Luis Barros, a quien se lo escuché decir siempre con especial énfasis dylaniano.

*** Carpentier A. La consagración de la primavera. Alianza: Madrid, 2015. Págs. 469-70.

**** https://www.pressenza.com/es/2023/11/carta-de-los-intelectuales-arabes-a-los-intelectuales-occidentales/

 

 

sábado, 28 de octubre de 2023

338. Gaza, el horror

 Muy al comienzo de estos QSY me propuse no tratar aquí de "lo obvio". Sin embargo, a veces los acontecimientos alcanzan un grado de horror, de monstruosidad, de maldad, que ni un prudente (o perplejo, o impotente) silencio vale como expresión de lo ya inexpresable. Duele decir y duele, sobre todo, no decir. "Silenci" tituló Lluis Llach aquella preciosa canción, donde decía (cantaba) esos versos finales, enigmáticos y amenazadores, "ara que tinc les mans / per a canviar de guitarra." También decía (cantaba) esto otro en Campanades a mort:

"Assassins de raons, de vides,
que mai no tingueu repòs en cap dels vostres dies
i que en la mort us persegeuixen les nostres memòries."

En Gaza, los padres escriben el nombre de sus hijos en sus cuerpos para poder identificar los cadáveres, y las familias tienen que decidir si morir todos juntos o separarse para que algún miembro, quizás, pueda sobrevivir.

Asesinos, tantas miles de veces asesinos como va creciendo, día a día, el número de asesinados.
 
 

sábado, 26 de agosto de 2023

334. Las palabras de Silvio

 Escuchando Palabras, de Silvio Rodríguez, su especial manera de decir,

"(...)

Que se dé a cada hijo una flor y una bala.

Que se sepa que el mundo va sembrado de vidas."

(...)"

me pregunto de cuántos que consideramos "los nuestros" podemos decir que los seguiríamos adonde vayan, en lo político, en lo vital, en lo poético (que reúne todo lo demás). De pocos/as, seguramente, pero Silvio es, sin duda, uno/a de ellos/as. (Dx)



miércoles, 16 de agosto de 2023

330. Negri nonagenario

 Me encanta la lucidez de estos viejos, viejísimos (oldest-old decimos con lenguaje y aire técnico), que (nos) miran y hablan desde su extrema situación vital. Dice esto, p. ej., Toni Negri, cuando se le pregunta qué quiere decir ser comunista:

"Lo que significaba para mí de joven: conocer un futuro en el que habríamos conquistado el poder de ser libres, de trabajar menos, de querernos. Estábamos convencidos de que conceptos burgueses como libertad, igualdad y fraternidad podían materializarse en las consignas de cooperación, solidaridad, democracia radical y amor. Lo pensábamos y lo hacíamos, y así lo pensaba la mayoría que votaba a la izquierda y la hacía existir. Pero el mundo era y es insoportable, tiene una relación contradictoria con las virtudes esenciales del vivir juntos. Sin embargo, esas virtudes no se pierden, se adquieren con la práctica colectiva y van acompañadas de la transformación de la idea de productividad, que no significa producir más mercancías en menos tiempo, ni hacer guerras cada vez más devastadoras. Al contrario, se trata de dar de comer a todo el mundo, de modernizar, de hacer felices a las personas. El comunismo es una pasión colectiva alegre. ética y política que lucha contra la trinidad de la propiedad, las fronteras y el capital."*

Así de claro, la sana biopolítica. Uno de los nuestros.


*https://ctxt.es/es/20230801/Politica/43785/Antonio-Negri-Italia-comunismo-izquierda-capital-resistencia-lucha-social.htm



sábado, 22 de julio de 2023

320. Elecciones y valores

Mañana votaremos de nuevo. El resultado, para los más optimistas (de los nuestros), es incierto, y no acabamos de entender por qué. Hay algo de juego de azar en esto de no entender, especialmente en los últimos momentos antes de la votación. ¿Y si hubiera suerte también esta vez? (En las Elecciones Generales anteriores hubo algo de suerte, y algo [más] de inteligencia política, o de políticos inteligentes.)

Propongo, como ejercicio teórico, considerar que pueda tratarse aquí, en este momento, al menos en parte, de una cuestión de valores. O de un valor, principalmente. Sin embargo, como el heideggeriano de izquierda  más o menos perplejo (por eso mismo) que en parte soy, no me avengo bien con la noción de valor, qué no sé bien qué es.

¿"Cuando se habla del ser de los valores, por lo general, se alcanza un alto grado de confusión."*

 El valor del que hablo es la guerra. En realidad, el valor debería ser la paz, y la guerra su contravalor. Europa (en sentido amplio, desde Finisterre hasta los Urales) está en guerra, una guerra (como todas) cruel y obscena, una guerra de mercenarios (como muchas) a la que asistimos todos los días como espectadores "privilegiados". Una guerra en la que no se cuentan los muertos, porque de lo que se trata en último término es de ganarla o de que no venza el enemigo. Una guerra terrible, en fin, por más súper-tecnológica que parezca, que se alimenta generosamente para que siga existiendo.

Ese valor (contravalor), el que representa el horror cotidiano cuasi invisible de la guerra, forma parte de los valores que, a todas luces, están en alza en Europa (en sentido amplio) y pueden acabar inspirando el próximo gobierno de este país: los valores neoliberales. De alguna forma, más que metafórica, la guerra podría ganar aquí mañana las elecciones.

"(...) si la madre
España cae digo, es un decir
salid, niños del mundo: id a buscarla."**


*Heidegger, Martin. Introducción a la metafísica (1935) 

**Vallejo, César. España, aparta de mí este cáliz (1939)



lunes, 17 de julio de 2023

319. The male gaze

 Eso de lo que deberíamos librarnos. Vosotras, sobre todo, pero también (antes, mejor) nosotros. El Dasein no tiene género. (Bx)



domingo, 16 de julio de 2023

martes, 6 de junio de 2023

302. En cuestas

 Vivimos momentos críticos, y no solo por las muy próximas elecciones generales en este pequeño rincón del mundo, sino por amenazas globales no menos próximas en cuestiones geopolíticas (es decir, bélicas) y biofísicas (es decir, planetarias). Si nos limitamos a lo local (a nuestra tierra, más que a la Tierra, en términos de Latour), llama la atención, quizás ahora más que nunca, la omnipresencia y el peso (ontológico y argumental) de las encuestas electorales. ¿Qué tipo de realidad revela una encuesta?, si es que es posible formular así esta pregunta. ¿La intencionalidad colectiva de una población determinada?, si es que eso quiere decir algo definido. ¿Los miedos, las angustias colectivas, la esperanza, la desesperación? Impresiona ver cómo algo inexistente (cuando nadie ha votado todavía) se impone como una realidad rotunda, efectiva. Entre el teorema de Thomas (self-fulfilling prophecy) y el efecto nocebo, no sabe uno cómo explicarse la tremenda eficacia propagandística y mediática de las encuestas electorales, su papel real en la configuración de los "espacios" y los "espectros" electorales. ¿No revelan las encuestas el aspecto más puramente consumista de la política democrática?



domingo, 28 de mayo de 2023

299. El carro de las manzanas

En esta nueva jornada electoral de resultados a todas luces decepcionantes para la izquierda (the end of the day, como indica la expresión inglesa, lo dirá), pienso melancólicamente en El carro de las manzanas, la extravaganza política de Bernard Shaw, y en todo lo que el autor dice allí (sobre todo en el extenso Prefacio) sobre las trampas de la Democracia occidental*. Entre muchas consideraciones agudas y acertadas (como son ¿casi? siempre las de Shaw), me quedo ahora, muy brevemente, con esto: "Así, pues, la democracia no puede ser el gobierno (government) por el pueblo: solo puede ser el gobierno con el consentimiento de los gobernados."**

El consentimiento y, algo más allá, la tolerancia (de la mayoría). Y, mientras sigamos siendo una minoría (hoy veremos cuántos), también la paciencia y la resignación de muchos. Por cierto, el carro de las manzanas, según la expresión metafórica inglesa, representa la estabilidad de algo que puede irse al traste si a alguien se le ocurre volcarlo.

 * Shaw era socialista (fabiano) y también era un demócrata, naturalmente. Por eso decía que era muy importante conocer las trampas de la democracia, especialmente las derivadas de la actividad política de las grandes corporaciones. 

** Shaw G. B. The apple cart. A political extravaganza. London: Longman, 1965. (Mi traducción, p. 12)



sábado, 13 de mayo de 2023

297. Discrepancias en la izquierda (De consolatione)

 Estás leyendo algo sobre una cuestión muy específica, compleja, en la que buscas orientación, estructura, unos cuantos hitos fundamentales que te ayuden a fijar un camino. Estás concentrado, todo lo que permite el contexto y, en algún momento, te das cuenta de que estás pensando en otra cosa. Algo que has leído te ha llevado a un territorio mucho más amplio y aparentemente lejano.

En este caso, ni siquiera se trataba del texto principal, sino de una nota a pie de página. Intento familiarizarme con la literatura más especializada (y reciente) sobre la noción clásica de pneuma, las nociones, en realidad, porque, como era de esperar, se trata de un núcleo problemático que evoluciona y se diversifica a lo largo de toda la Antigüedad y más allá (acá). Como siempre, Aristóteles, que escribe muy poco sobre esta noción, le da un matiz especial que tiene importantes consecuencias en la filosofía y la ciencia posteriores. La física del alma, que acabaría convirtiéndose nada menos que en el espíritu

El libro reúne un conjunto de ensayos sobre la noción de pneuma en la Antigüedad Occidental*. El primer ensayo, de C. G. King, se titula "Ancient philosophy and science at the crossroads of metaphysics and medicine". El tema es fascinante y me lleva de nuevo a pensar cuántas cosas (de nuestras ciencias y filosofías) empezaron en aquella escuela médica de la isla de Cos. 

La nota a pie de página (Nota 2, p. 3), en realidad cita a otro autor, G. E. R. Lloyd**, un reputado e interesante experto en la ciencia aristotélica y en el análisis comparado de las culturas griega y china clásicas. La cuestión es que en la China clásica llegó a desarrollarse una noción análoga a la de pneuma, el concepto de qi. "What we find in Greece is a far more sustained and overt polemic. The Greeks did not just continue to disagree about the answers to the questions, of what the soul is and of how it affects the body; they went on disagreeing also on the basic senses and references of many of the key terms, especially aither and pneuma". "Los griegos no solo siguieron discrepando sobre las respuestas a las preguntas... sino también sobre el sentido de muchos de los términos claves..." Los griegos... y nosotros, sus (no siempre dignos) herederos, me encuentro pensando (aun a riesgo del consabido eurocentrismo), siempre discrepando de todo y con todos. 

Comienza una campaña electoral en la que se pondrán de manifiesto una vez más (y, como siempre, se exagerarán) las discrepancias, las diferencias y discusiones, en la izquierda del país, los países o los lugares que habitamos. En estos momentos, consuela pensar en los griegos que, discrepando, crearon este mundo nuestro. Los griegos eran de izquierdas.


* Bartos H. & King C. G (Eds.). Heat, pneuma, and soul in ancient philosophy and science. Cambridge University Press: Cambridge, 2020.

** https://es.wikipedia.org/wiki/Geoffrey_Lloyd



domingo, 2 de abril de 2023

292. Lo visceral, no lo irracional

 Podría parecer, podría pensarse, que el texto anterior (§291) invoca lo irracional como fundamento del quehacer político. No, lo visceral no se explica por lo irracional ni se opone exactamente a lo racional. Un ejemplo: la mayoría de las personas que viven juntas (en un sentido amplio, que conviven y llevan vidas que se tocan y se trenzan; que, como decía Bergson, "se insinúan" unas en otras) piensan de forma similar en términos ideológicos y políticos. Familiares y amigos, las personas con quienes vivimos. ¿Ocurre eso porque hablamos mucho entre nosotros? También, seguramente, pero creo que ese lógos común se da en un marco más amplio y efectivo. Pensamos de forma similar porque vivimos las mismas cosas. Y en la profundidad del cuerpo (lo visceral) llevamos, por decirlo de nuevo con Bergson, la memoria entera de lo vivido. Nuestra memoria personal y nuestra memoria común, inseparables.



sábado, 7 de enero de 2023

284. Decir lo obvio

 Transcribo y traduzco aquí el discurso del Ministro de Derechos Humanos de Brasil, Silvio Almeida, en su reciente toma de posesión:

“Por eso permítanme, como primer acto público como ministro, decir lo obvio que, sin embargo, fue negado durante los últimos cuatro años. 
Voy a decir cosas obvias aquí:
trabajadores y trabajadoras de Brasil, 
ustedes existen y son valiosos para nosotros;
mujeres de Brasil, 
ustedes existen y son valiosas para nosotros;
hombres y mujeres negros y negras de Brasil, 
ustedes existen y son personas valiosas para nosotros;
pueblos indígenas de este país,
ustedes existen y son valiosos para nosotros;
personas lésbicas, gays, bisexuales, transexuales, travestis, intersexo y no binarios,
ustedes existen y son valiosos para nosotros;
personas en situación de calle,
ustedes existen y son valiosas para nosotros; 
personas con deficiencia, personas ancianas, amnistiados, hijos de amnistiados, víctimas de violencia, víctimas del hambre y de la falta de hogar, personas que sufren por la falta de acceso a la salud, compañeras empleadas domésticas, todos y todas las que sufren con la falta de transporte, todos y todas las que han visto violados sus derechos, 
ustedes existen y son valiosos para nosotros.
Con ese compromiso quiero ser ministro de un país que pone la vida y la dignidad en primer lugar.”

La buena biopolítica. Los nuestros.

 

 

domingo, 11 de diciembre de 2022

282. Las cosas de la izquierda

 Esas cosas que le pasan a la izquierda de mi país (y también a la de otros paises, por lo visto), ¿no tendrán que ver con lo que Freud, en El malestar en la cultura*, llama narcisismo de las pequeñas diferencias?

* Freud, Sigmund. El malestar en la cultura. Traducción de Ramón Rey Ardid. Alianza: Madrid, 1991, p. 56.

 


martes, 1 de noviembre de 2022

278. ¿Animalismo o antianimalismo?

 Esa conferencia, la del final del congreso, ya se la había escuchado al conocido biólogo molecular y divulgador hace unos años, antes de la pandemia. Solo que no era exactamente la misma, algo había cambiado. Entonces, cuando terminó, hice una pregunta que ponía de manifiesto el carácter antianimalista del ponente, que había ilustrado extensamente a través de unos cuantos "excesos" del animalismo radical reciente. No recuerdo hasta qué punto expresé, en la pregunta y en el mínimo debate subsiguiente, mi posición habitual sobre la necesidad del radicalismo como vanguardia e indicador del camino, frente a la inercia y negligencia ("tanto da") de la mayoría. Sí recuerdo que al ponente la cosa no pareció hacerle mucha gracia. Ahora, sentado ahí en primera fila (cosas del protocolo), me agradó, y también me divirtió un poco, comprobar que el discurso, sobrio, objetivo, quizás algo escéptico o irónico, perseguía sobre todo, creo, evitar la acusación de antianimalismo. Avanzamos.

 


sábado, 15 de octubre de 2022

277. Lo amable y lo intolerable

 Me invitan a participar en una tertulia, que al parecer se celebrará de forma regular en forma de desayuno, en torno a la sanidad. Es una consecuencia remota, transpandémica, de aquella conferencia que recogí aquí en §99. Allí, además de hablar de algunas cosas que hago y sé, en la cena posterior a la charla me definí políticamente (más bien ontológicamente), a instancias de algunos comensales, como "heideggeriano de izquierda". Parece ser que es esa autodefinición lo que les ha llevado a invitarme amablemente a estas próximas tertulias. También por eso he aceptado con gusto.

Anoto aquí, para recordármelo ahora y en el futuro, la pregunta que debería guiarme en esas tertulias, tal como la formulé después de conocer el concepto de "lo intolerable" de Didier Fassin (§263): ¿cómo es posible que tanta gente entre nosotros esté tolerando lo intolerable, esto es, la destrucción de una de las mejores sanidades públicas del mundo? ¿Cómo es posible que no estemos haciendo nada para detener esa destrucción?



viernes, 10 de junio de 2022

263. Aporías de la democracia: lo intolerable

 Nos enseña Didier Fassin que los grupos humanos (colectivos) definidos por intereses, valores o formas de vida comunes pueblos, clases o grupos identitarios más o menos estables, esenciales se rebelan solo frente a lo que consideran intolerable*. Esto es menos tautológico de lo que parece, porque para cada grupo, en su propio contexto histórico, lo intolerable se constituye de acuerdo con factores culturales y materiales determinados. Es algo que está presente, como una posibilidad extrema, un límite, en la vida de cada grupo de seres humanos.

Las próximas elecciones en Andalucía y las correspondientes encuestas preliminares presagian una nueva derrota ejemplar de la izquierda real. ¿Cómo es posible que tantos gobiernos se hayan dedicado en nuestro país a destruir sistemáticamente los sistemas públicos de sanidad, educación y dependencia sin que el resultado haya llegado a ser intolerable para la mayoría de la población? Podría pensarse que, de los opios del pueblo, el más eficaz entre nosotros es el de la concertación; esa ilusión privada, financiada, naturalmente por el Estado, de que el Estado (la cosa pública) es innecesario en las cuestiones esenciales de la vida. Un dispositivo, en el sentido de Foucault (esto es, un dispositivo de poder, de gobierno), realmente eficaz, prodigioso. Tanto, que resulta inmune a su denuncia. No se oculta, sino que se exhibe, transparente, obsceno. La Concertada, decimos, como paradigma.

¿Qué hacer, que no sea desespèrarse? Repolitizar el mundo nos dice Fassin. Luchar, no solo contra lo intolerable, sino también, hoy especialmente, para que sea conocido, reconocido. Para que no llegue a ser, en modo alguno, tolerado. 

Crear conciencia de clase, decíamos. Instinto de clase, dice Gopegui. Mejor, quizá, con el permiso de Lukács.


* Fassin, Didier. Por una repolitización del mundo: Las vidas descartables como desafío del siglo XXI. Buenos Aires: Siglo XXI, 2018.



lunes, 2 de mayo de 2022

258. Dylan, 1963

 "(...)
I've learned to hate Russians
All through my whole life
If another war starts
It's them we must fight
To hate them and fear them
To run and to hide
And accept it all bravely
With God on my side
(...)"

 

Acabábamos de nacer los que estamos (casi) para jubilar, y ya estaban las cosas así. Toda la vida ("all through my whole life") bajo la doctrina (y la política) del Imperio, qué hartura.

 

 

sábado, 26 de marzo de 2022

254. Dual use

 Fue en aquel comité ético (de investigación) europeo, poco antes de abandonarlo cumplido ya el periodo preceptivo de permanencia, donde aprendí el verdadero alcance de este término. Dual use, doble uso, civil y militar, de la investigación científico-técnica realizada (solo aparentemente) en el ámbito (académico, p. ej.) no militar. ¿Doble? Ahora que la guerra (esta guerra, principalmente) lo ocupa todo desde la unilateralidad de alguna de las partes enfrentadas (información, noticias, internet, economía, política, cultura), descubrimos la cara oculta de una vida colectiva (política) que se venía desarrollando (solo aparentemente) en paz. Para bellum, ¿en qué medida, en esta prehistoria (Marx) inacabada, todo es en último término -o mejor, en potencia- para la guerra? ¿Y la guerra de quién (Nietzsche)?

En una de sus conferencias sobre Nietzsche, precisamente, dedica Heidegger unas páginas especialmente lúcidas, como en otros muchos lugares de su obra, a definir lo que diferencia radicalmente la actividad cietífico-técnica del ejercicio del pensamiento filosófico. 

"De acuerdo con la disposición gobal que adopta la historia del hombre sobre la tierra, el carácter técnico idustrial que se viene abriendo paso desde hace un siglo y medio seguirá contribuyendo a determinar el destino de la ciencia actual. El contenido semántico de la palabra «ciencia» (Wissenschaft) se desarrollará por consiguiente en la dirección que queda acotada por la palabra francesa science, por la que se entienden las disciplinas matemático-técnicas. Los grandes sectores industriales y el Estado Mayor están mejor «enterados» de las necesidades científicas que las «universidades»; también disponen ya de mayores medios y de fuerzas más adecuadas, ya que efectivamente se encuentran más próximos a lo «real»."*

Los sectores industriales, el Estado Mayor y lo "real". ¿Puede haber algo más "real" que ese misil que vemos acertar** con prodigiosa precisión su objetivo dual (civil y militar)? ¿Cuánta investigación civil (para curar, para jugar) se oculta tras esa perfección militar (para matar)(§116)? ¿No es esta una expresión de la razón cínica***  esencialmente característica de nuestro tiempo?


* Martin Heidegger. Nietzsche. Ariel: Barcelona, 2017 (p. 219)

** Del término latino certum, "cosa cierta" (DRAE).

***En esto, no en otras cosas, tengo que darle la razón a Sloterdijk.