domingo, 2 de abril de 2023

292. Lo visceral, no lo irracional

 Podría parecer, podría pensarse, que el texto anterior (§291) invoca lo irracional como fundamento del quehacer político. No, lo visceral no se explica por lo irracional ni se opone exactamente a lo racional. Un ejemplo: la mayoría de las personas que viven juntas (en un sentido amplio, que conviven y llevan vidas que se tocan y se trenzan; que, como decía Bergson, "se insinúan" unas en otras) piensan de forma similar en términos ideológicos y políticos. Familiares y amigos, las personas con quienes vivimos. ¿Ocurre eso porque hablamos mucho entre nosotros? También, seguramente, pero creo que ese lógos común se da en un marco más amplio y efectivo. Pensamos de forma similar porque vivimos las mismas cosas. Y en la profundidad del cuerpo (lo visceral) llevamos, por decirlo de nuevo con Bergson, la memoria entera de lo vivido. Nuestra memoria personal y nuestra memoria común, inseparables.



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