viernes, 28 de diciembre de 2018

28. Nulla dies sine linea


Nulla dies sine linea*, de nuevo. He vuelto a mi vida de siempre, a mi camino y mi tiempo, a mi propia duración, a mis esperanzas de antes; y, en cierto modo, a mi juventud y adolescencia.

Como un registro de la vida que dura, no que pasa, sino que perdura, idéntica (con la identidad de un yo que no envejece), sostenida sobre sí misma.

Hasta ahora solo he escrito estas mínimas notas cuando el curso de mi pensamiento me ha llevado a ello, generalmente para registrar un instante, una percepción o una idea. Ahora, a mis 50 ya, pienso en proponerme escribir algo cada día (Nulla dies…), como apunte de cualquier cosa que se me haya ocurrido pensar. Siempre hay un momento de sosiego y reflexión al final del día para ello. Debe haberlo. Sin agotar la reflexión, porque no habría tiempo para eso. Sin mucha coherencia ni estilo. Escribir como se piensa, como se habla.

Como si se tratara de una promesa, un castigo, o un tratamiento, como cualquier cosa que no se debe dejar de hacer. (De Huellas, 2010)

 (*) El dicho latino no hace referencia a la escritura, sino a la pintura. Sin embargo, la frase se ha aplicado con frecuencia a los escritores, y aun parece que era un lema favorito de Beethoven.
 
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En un lado de la balanza está el nulla dies sine linea, y eso está bien. Pero mejor sería compensar con un contrapeso que dijera algo así como “ni una palabra de más”. Tan importante lo uno como lo otro. (De Huellas, 2010)


27. Aporías de la democracia: la aporía de la educación

Uno piensa en nuestra vida política (democrática), y se ve andando algunos caminos (poros) que no llevan a ninguna parte (áporos), que no tienen salida. Ocurre, p. ej., cuando uno piensa en la educación.

A. Para que las cosas cambien realmente hacia el bien común (de la inmensa mayoría) tiene que existir una mayoría suficiente que esté dispuesta a votar a favor de ese cambio.

B. No parece que pueda llegar a existir esa mayoría (A) si no se ha producido antes, bastante tiempo antes, un cambio real en la educación (pública, naturalmente).

C. Para que se produzca un cambio real, radical, en la educación pública (B) (que, entre otras cosas, deje de financiar la educación religiosa y la escuela concertada, y deje de educar para el consumo de productos y de ideología), tiene que existir un gobierno decidido a llevarlo a cabo, y al que haya votado, en unas elecciones, una mayoría suficiente (A).

Etcétera. (Dx)



martes, 25 de diciembre de 2018

26. Cita de versos


Algo sobre lo que creo que vale la pena escribir: las citas de versos o poemas en otros géneros literarios, principalmente en novelas o cuentos. Ahí está la poesía recordada, en cierto modo la poesía en acto, viva, filtrada por la experiencia y la memoria viva. ¿Hacer un registro, una colección, a la vez pasada por mi propio filtro? Lo llamaría proyecto “Cita de versos”.

Recuerdo los poemas que me recitaba Faustino Cordón* (Villon, Darío, Goethe, poemas revolucionarios alemanes), con qué precisión y pasión. ¿Puede haber algo más poético y auténtico para un poema que su evocación al cabo de los años y de la vida?

(Esto, sugerido de repente por una lectura, en el AVE, de un pasaje de “El caballero y la muerte”, de L. Sciascia, donde el protagonista cita unos versos de Víctor Hugo aprendidos de niño. Recuerdo apasionado de versos apasionados.) (De Huellas, 2009) 

* De Cordón, maestro al que acompañé durante unos cuantos años, desde que (en sus palabras), "se acercaba peligrosamente a los 80 años", hasta casi el final de su vida, se hablará extensamente en futuras entradas de este blog. También de ese "casi", que solo ahora, veinte años después, soy capaz de entender.