viernes, 18 de enero de 2019

32. Arriba y abajo


Hay un arriba y un abajo en los trabajos del pensamiento. No es un arriba-y-abajo sólido, como de escaleras y pisos, sino más bien líquido, como el que representa un surtidor en medio de un lago. Así, hay verdades altas, verdades-surtidor que resultan del trabajo consciente y concentrado en un ámbito real concreto. Hay también verdades tranquilas, verdades-lago, de las que nos hacemos conscientes solo cuando nos dejamos caer blandamente sobre su superficie. Entonces, sumergidos en ellas, podemos mirar a nuestro alrededor tranquilamente, a la superficie y a todo lo que está a ese mismo nivel: ahí está nuestra verdad más honda y serena. (De Huellas, 2010)

domingo, 13 de enero de 2019

31. Mis poemas


Mis poemas no los escribí yo, los escribieron mis poetas. Los encuentro sin buscarlos, y sé bien cuando los encuentro. Entonces son ya para siempre. Escribirlos para mí y escribir sobre ellos es mi lenguaje más alto.

Bastaría con saberlos, con recordarlos, y cumplirían así su función de una forma más pura. Sin embargo, también es interesante pensar lo que hay en escribirlos. Volver al mito de Theuth y Thamus, tal como me lo descubrió Emilio Lledó. (De Huellas, 2010)

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Conviene analizar con cierto detalle ese proceso fulgurante por el que un poema, casi siempre desde la primera lectura, se convierte en un clásico para uno mismo. La clave está, creo, en la captación (inmediata) del sentido del poema, y (a la vez) en la forma en que ese sentido se convierte en aire, aroma y calor de nuestro propio mundo interno y externo. O lo descubre. (De Huellas, 2010)

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El valor o la ventaja (selectiva) de la palabra y de todo lo que se puede construir con palabras es su capacidad inmensa, ilimitada, de concentrar y conservar realidad. La forma más depurada en que lo hace es el poema. (De Huellas, 2010)



sábado, 5 de enero de 2019

30. Internet y la metafísica


En un mundo de relaciones infinitas, como el de la Metafísica de Aristóteles, que es nuestro mundo, siempre estamos diciendo algo de algo. A ese "algo" más "algo", del que en última instancia (Aristóteles diría "primera") lo decimos todo, lo llamó substancia, entidad (ousía). Por analogía, podríamos decir también que internet es un cierto tipo de mundo de relaciones infinitas, donde las entidades reales (no relacionales) son, en última instancia (en "primera", diremos ahora también), los textos (libros, artículos, comentarios, etc.). 



domingo, 30 de diciembre de 2018

29. The walk of life


¿Qué es conocimiento sin que necesariamente tenga que ser verdad, una verdad? Experiencia, todo lo vivido, lo cumplido, lo fallido, lo inesperado. El recuerdo, vida recordada, revivida. Hay una hermenéutica del recuerdo. Sobre mis recuerdos, apuntes, fragmentos de una totalidad que doy por supuesta, porque sí que he vivido, descansa la comprensión de mí mismo como ente real. Resulta increíble que seamos capaces de recordar tantas cosas y que podamos decirlas con sentido. Como si viviéramos en una barca, flotando sobre un océano de experiencia que crece, que se eleva con nosotros, siempre dispuestos (y, de cuando en cuando, realmente obligados) a lanzarnos a bucear para encontrar un objeto precioso, como si siempre hubiéramos sabido que estaba allí. Lo cogemos, pero no con nuestras manos, lo observamos, pero no con nuestros ojos, sino con nuestra experiencia, y podría decirse también que con nuestra imaginación. 

¿Por qué tiene sentido un recuerdo? Vamos a buscarlo como esperamos, lanzándonos sobre él, el instante futuro, próximo o remoto. Podríamos dedicarnos solo, o principalmente, a decir, con cuidado y precisión, lo evocado en el recuerdo, y tendríamos bastante y no acabaríamos nunca.  Podríamos además buscar el sentido, o interpretarlo o inventarlo. Podríamos hacer ficción, narración. Recuerdo e imaginación. Podríamos, sobre todo cuando lo vivimos muy intensamente, ajustarlo a una forma, a la palabra poética. ¿Pero qué queremos realmente? No olvidar, no perdernos, seguir siendo los mismos en el mismo camino. Sé que he pensado antes que ese camino es el del conocimiento; pero no, o no solo o no principalmente. Es el camino de la experiencia, de la vida, del tiempo. (De Huellas, 2010)