lunes, 7 de agosto de 2023

326. Auden sobre Freud

 Trabajo el poema de Auden a la muerte de Freud, realmente emocionante. 

 

“(…) but in a world he changed

 simply by looking back with no false regrets;

      all he did was to remember

    like the old and be honest like children. (…)

  

(…) if often he was wrong and, at times, absurd,

      to us he is no more a person

    now but a whole climate of opinion

 

under whom we conduct our different lives (…)

  

(…) but he would have us remember most of all

 to be enthusiastic over the night,

      not only for the sense of wonder

    it alone has to offer, but also

  because it needs our love. (…)

 

(…) One rational voice is dumb. Over his grave

 the household of Impulse mourns one dearly loved:

      sad is Eros, builder of cities,

    and weeping anarchic Aphrodite.”

 

                         In memory of Sigmund Freud

 

Me atrevo con la traducción, algo libre, de la última estrofa:

"(...) Una voz racional ha enmudecido. Sobre su tumba
los parientes del Impulso lloran a un ser querido:
triste está Eros, constructor de ciudades,
y desconsolada está la anárquica Afrodita."


 

sábado, 5 de agosto de 2023

325. Algo de Pessoa

 Poco Pessoa hay todavía en este blog.

"O poeta é um fingidor.
Finge tão completamente
que chega a fingir que é dor
a dor que deveras sente."
 
(...)

                                    Autopsicografía



324. Murakami y la memoria (1)

 He comenzado a leer Tokio blues (Norwegian Wood) en busca de algo que tiene que ver con la memoria personal y con mis indagaciones científico-filosóficas (a veces ni lo uno ni lo otro) de amateur sobre la memoria. Un amigo patólogo me regaló la novela, y en su dedicatoria me decía que le había impresionado mucho, aunque no sabía por qué. A mí me pasó algo parecido, y no sé explicarme bien esa conmoción. Hay algo ambivalente en los personajes (que parecen estar muy lejos y a la vez muy cerca de nosotros) y en sus historias, derivadas de algo así como un destino existencial o narrativo algo truculento (como en Iris Murdoch, a veces), más bien que de su propia acción voluntaria. Todo ocurre bajo una luz tenue, crepuscular, sin brillos ni sombras. Sin embargo ahí está la mano genial del artista todo lo que ocurre y lo que piensan los personajes me importa muchísimo, me ata magnéticamente a la historia, al  libro; porque, diríamos resumiendo al máximo, está muy bien escrito.

Ya en las primeras páginas me recuerda Murakami (a través del personaje principal y narrador en primera persona) que es uno de los míos. "Por eso ahora estoy escribiendo. Soy de ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito."* Ese tipo de personas. Ahora que ando leyendo a Derrida sobre Freud**, podría intentar una variación sobre esa idea: ...que no acaba de pensar las cosas hasta que las pone por escrito; que no acaba de comprender lo que piensa (o lo que pasa) hasta que se da cuenta de que es algo que se está escribiendo.

* Murakami H. Tokio blues (Norwegian Wood). Traducción de Lourdes Porta. Barcelona: Tusquets, 2015. (p. 11)

** Derrida J and Mehlman J. Freud and the scene of writing. Yale French Studies No. 48 (1972), pp. 74-117.


sábado, 29 de julio de 2023

323. Nec ego loquor omnibus

 Las cosas de la web, las redes sociales, los algoritmos de búsqueda y la inteligencia artificial; cosas que no dejan de sorprendernos y que parecen reclamar una toma de posición por nuestra parte. Aquí un ejemplo.

Raf Vallone (1916 - 2002), el actor y director italiano, vino a España en 1990 (lo compruebo en la web) para representar un Tito Andronico impresionante y terrible, que fuimos a ver Mu y yo con Marcial Suárez (esto último lo recuerdo bien). Entre los documentos de su padre que Mu viene clasificando y archivando desde hace unos años se encuentra una carta de Vallone a Marcial, en la que le agradece el envío de dos artículos suyos publicados en El País. Marcial se los había enviado, en junio de 1991, tras una visita de Vallone a Peñíscola, para la celebración del 30 aniversario del rodaje de El Cid. En una entrevista publicada en El Independiente (11/06/1991), el actor italiano se había mostrado muy crítico con los dirigentes comunistas europeos que celebraban la liquidación en curso de la Unión Soviética y del mundo socialista, y citaba a Lenin: "No hay revolución sin tradición." A Marcial tampoco le gustaba nada lo que estaba pasando, y no creo que le fuera a extrañar mucho, si aún viviera, la evolución posterior de todo aquello, incluyendo los desastres de la guerra actual. Así se lo explicaba en su carta: "Me permito enviarle dos artículos que he publicado en El País, de Madrid. Con ellos, quiero rendir un modesto homenaje de amigo a la firme claridad de su posición política, es decir, humana." "Humana", esto también es importante, o es lo más importante.

En su respuesta, dice Vallone que sus artículos le han recordado una cita y una idea de Petrarca, y la recoge allí en latín y en italiano. En cuanto la leo, me resulta muy sugerente y afín a otras citas o ideas que utilizo (y que diré), y  me propongo buscarla en la web. Durante varias semanas ni Google ni el dichoso ChatGPT me sirvieron de gran cosa. Parece ser que entre las virtudes de este último no está la búsqueda de textos (lo que contrasta con su demostrada capacidad para crear textos). Ayer, sentado en la peluquería, haciendo tiempo (bonita expresión, esta) mientras esperaba mi turno, encontré por fin la cita en un remoto foro de especialistas en Petrarca, dentro de una red social en la que, por cierto, tuve que registrarme trabajosamente. El texto latino que recogía Vallone en su carta estaba algo modificado, y eso debió de contribuir a la dificultad de la búsqueda. 

"nec ego loquor omnibus, sed tibi, sed mihi et his paucis quibus hec rara conveniunt"

"non mi rivolgo a tutti, ma a te, a me e a quei pochi cui si addicono queste cose eccezionali"

 El texto es del segundo capítulo de De vita solitaria, del poeta (y uno de los padres de todos ellos), y podría trasladarse al castellano así: 

"no me dirijo a todos, sino a ti, a mí, y a los pocos que comparten estas cosas excepcionales."*

"We few, we happy few, we band of brothers", escribirá unos siglos después Shakespeare (Enrique V, Acto IV, Escena III), uno de los principales seguidores de Petrarca. Amistad, humanismo y, si se quiere, algo que en algún otro lugar, por aquí, he llamado sano elitismo. Todo ello muy compatible con lo que entendemos, sanamente también, como vida solitaria, y especialmente durante las (ya inminentes) vacaciones de verano.

Rescatada la cita del laberinto de la web (Jarauta), la incorporo como una divisa principal de estos QSY. El "qué se yo" de Montaigne podría completarse así con el "para quién" de Petrarca.


* Sigma, hermano de Mu, profesor singular y apasionado de latín y griego, me sugiere (por Whatsapp) esta traducción, claramente mejor, para el final de la frase: "...sino para ti, para mí y para esos pocos con los que estas marcianadas (sic) nos hermanan." Es la lectura que habría hecho (o hizo) Shakespeare, seguramente.



viernes, 28 de julio de 2023

322. Una calle filosófica

No es la primera vez que veo pasar la vida por la calle del taller de mi coche. Escribo sobre el molde, quizás, el recuerdo, de intuiciones previas, aquí, en este mismo lugar, es posible que en días parecidos, de calor, con algunas nubes en el cielo y una brisa ocasional. Alguna de esas intuiciones anda perdida, seguramente, en mis Huellas. Espero a que me entreguen el coche, en esta ocasión con los neumáticos nuevos. Hoy no hay prisa, disfruto de estos breves paseos por una calle vacía, sin gente y bastante desolada, de un polígono industrial al sur de Madrid. De vez en cuando pasa un coche, con tan poca prisa (creo, o más bien proyecto) como la que tengo yo ahora viéndolo pasar, y me pregunto semiconscientemente adónde irá, a qué tipo de vida pertenece este pequeño fragmento, esta traza ("estelas en la mar") que se me ofrece aquí ahora, tan rotunda como gratuita.

Todo esto contrasta con mi vida habitual, cotidiana, de tareas programadas, de cosas que dejar hechas, terminadas, y de actividades (pensamientos, reuniones, diálogos) precisas, concentradas, concretas.

Es en estos momentos laxos, algo atemporales, quizás, y en este espacio ajeno a mis coordenadas habituales, donde puedo ocasionalmente intuir que existe algo denso, compacto, un fluir del tiempo que habitamos (sí, también yo mismo estoy aquí protagonizando este episodio de un mundo que solo en parte y solo ahora es el mío), que podemos llamar propiamente vida. La de las pocas personas que aparecen en este escenario, y sobre todo mi propia vida, por un momento ralentizada, casi detenida, en un lugar totalmente ajeno y a la vez familiar.