domingo, 21 de noviembre de 2021

236. Discutiendo el hiyab

 Descubrí un uso singular del verbo inglés to discuss (discutir) leyendo a Iris Murdoch, aunque después lo he encontrado también en otros autores*. Por ejemplo, alguien llega a una cita y sospecha que dos amigos que han llegado antes acaban de estar hablando de él (o ella), y pregunta: were you just discussing me? La traducción no es directa ni fácil: ¿estabais hablando precisamente de mí, estabais comentando algo sobre mí, me estabais criticando? 

Nos vemos de repente envueltos, como sin saber por qué (cosas de los debates en la izquierda), en una encendida discusión sobre el uso del hijab y su significado ideológico y político. Políticas de izquierdas que lo utilizan en actos públicos, una estudiante de secundaria que no puede acceder a su centro con el hijab puesto... que si la laicidad de la izquierda, que si el sometimiento de la mujer, que si el feminismo, los feminismos, todos, también el musulman... 

Las palabras y las cosas (Foucault), en este caso las personas. Ideas, principios, axiomas, mejores o peores, argumentos que se cruzan a veces sin tocarse, consistencias e inconsistencias. ¿Quién tendrá razón? (¿Quién tiene el poder, quién lo quiere y qué hace para conseguirlo?, preguntaba siempre Nietzsche.) O mejor, ¿de quién estamos hablando? Nos imagino en una terraza, ese producto icónico de la pandemia, sentados a una mesa, discutiendo de todas estas cosas (de todas estas personas), mientras una mujer con hijab se nos acerca (la política o la estudiante, por ejemplo) y nos dice dulcemente, con una sonrisa: were you just discussing me? Es posible que entonces nos pusiéramos a hablar, no de nuestras ideas, sino de su vida, no de ella ni de "lo que representa", sino con ella, y de las cosas que nos pasan a todos. Es posible también que entonces fueramos incapaces de pregunatrle por qué lleva puesto el hijab, por respeto, por pudor, y porque no nos resultara ya nada importante.


*Sirva esta construcción gramatical como ejemplo inesperado de la insuficiencia del masculino genérico en algunos casos. Recuerdo bien haber leído el uso lingüístico que comentaré en Iris Murdoch, autora, y también en otros autores (masculino genérico) que he leído en inglés y que ahora no puedo precisar. Podría tratarse, si las lecturas son más o menos recientes, de Doris Lessing (autora), Edith Wharton (autora), Joseph Conrad (autor), Somerset Maughan (autor), o aun (para complicar más la cosa) George Eliot (autora con pseudónimo de autor masculino). Si en la segunda parte de la frase escribo solo "otros autores", 1) se produce una discordancia, bien que leve y posiblemente transitoria con el género de Iris Murdoch, a quien se refiere "otros", y 2) podría parecer que solo pretendo aludir a autores del género masculino, porque sea eso lo que me indica mi memoria. Sí, para evitar (1) y (2) optara por marcar los dos géneros (añadiendo "u otras autoras"), el resultado tampoco sería del todo satisfactorio. El uso del masculino genérico, por su parte, permite evitar esa extraña disyunción, que daría una idea excesivamente vaga de lo que se quiere decir.



sábado, 13 de noviembre de 2021

235. Las plantas, los textos

 ¿Cómo se hace un texto, cómo nace y crece, cómo madura? Bueno, nunca madura del todo, solo crece, se diversifica, hacia dentro y hacia fuera, se hace más complejo. Como una planta, como estas que ahora riego -al sol, riego de otoño-invierno, especialmente agradable, cálido, goloso (como algunos vinos). Las riego, siempre, de vez en cuando, las cuido, las pienso (mientras las miro), no las veo crecer, sino que a veces me doy cuenta de que han crecido, mejor o peor, no siempre por donde esperaba. Después las tengo que podar, casi siempre, pero solo cuando toca hacerlo. Ellas crecen, yo las cuido, y de vez en cuando intento podar algunos excesos. Así también los textos. Sin prisa, ¿quién puede meterle prisa a una planta? (Rx)



sábado, 23 de octubre de 2021

234. Poderes terrenales

Las últimas escaramuzas entre los poderes fácticos y políticos del país me devuelven a un QSY de hace algo más de dos años (§70). De poder a poder, decía entonces, cuando se trataba de construir un gobierno a partir de las dos izquierdas, la del temor y la de la esperanza. Otra vez se ponen en juego todos los "poderes terrenales" (recordando la magnífica novela de Anthony Burgess), cuando las medidas del gobierno, superviviente de la pandemia, se acercan al núcleo efectivo del sistema: el trabajo y el capital (Marx). Que la "astucia de la razón" asista a los nuestros (las nuestras) en esta nueva navegación por los límites de lo posible.



lunes, 11 de octubre de 2021

233. El desierto crece

 Hemos ido hoy a la librería del paseo de la Castellana y hemos encontrado un "se alquila". Otra más. Siempre he conocido una librería en ese lugar: Aguilar, Crisol, . Desde mis primeras visitas apasionadas, adolescentes, a las librerías de Madrid (Buchholtz y Miessner, sobre todo, y también otras muchas que ya no existen), hasta ahora, hasta el verano pasado, seguramente.

He recordado inmediatamente la frase de Nietzsche que cita Heidegger en ¿Qué significa pensar?: "el desierto crece...".



domingo, 10 de octubre de 2021

232. Lo menos, lo mejor

En parte es (será) por lo mucho que leo, aun sin poder abarcar lo necesario, pero sobre todo por lo mucho que se escribe que es del todo innecesario. El caso es que hay que escribir poco, lo menos posible, pero lo mejor que se pueda. (De Huellas, 1992)


 

viernes, 1 de octubre de 2021

231. Anacronismos

En su Prólogo (Ni personas ni cosas) a Personas, cosas, cuerpos, de Roberto Esposito*, Antonio Valdecantos dice lo siguiente (eludo a propósito el contexto inmediato para atender exclusivamente al contenido del texto):

"(...) gran parte de la tarea del teórico consiste en tomar, sin duda de manera anacrónica, los usos pretéritos o soterrados de los significados en pie de igualdad con los que la ideología vigente toma como contemporáneos. La distinción entre lo contemporáneo y lo pasado es como la que hay entre lo literal y lo metafórico: seguramente la misión del pensamiento es dejar de tomarse en serio esa frontera (no para transgredirla solemnemente, sino para tomarla como pedantería ideológica), contemplando qué aspecto ofrecen las cosas cuando tal frontera ha caído en el desprestigio."

Quien dice ideología, dice moda o paradigma, lo que sea que se espera que se diga en cada momento (contemporáneo, claro). 


* Esposito, R. Personas, cosas, cuerpos. Traducción de Albert Jiménez. Madrid: Trotta, 2017. p.18



sábado, 25 de septiembre de 2021

230. Silly habits

 Hay una curiosa paradoja en el hecho de que, por más que nos pasemos el día, y quién sabe si también la noche, pensando en ese natural y satisfactorio gobierno de nuestros actos y nuestras ideas que es el vivir consciente de cada día, con proyectos con que llenar el tiempo y razones con que justificar las cosas, basta con que se nos escape un gesto inconsciente, irracional o al menos imprevisto, para que, entre avergonzados y divertidos, estemos seguros ya para siempre de no ser en realidad otro que ese del que partió el gesto, y que todo lo demás es solo apariencia. Yo, al menos, estoy más seguro de ser éste que a veces hace alguna tontería que este mismo cuando se afana todos los días en construir su irrepetible vidita racional y modélica. (De Huellas, 1992)

Y así es. Con el tiempo he aprendido a jugar con estas cosas freudianas, a jugar con el límite, a domar lo irracional y a la vez disfrutarlo. Ese instante, en medio de una conferencia, en el que se evalúa sobre la marcha si soltar una pequeña ocurrencia, una tontería, y haberla dicho ya, y lamentarlo un poco, solo a medias, porque el rastro que deja es agradable, un poco gamberro. Jugar en el límite, caminar por el alero. Silly habits. (De Huellas, 2018)

Me pregunto ahora (que empiezo a releerlo), si ya habló también de esto Zarathustra.