miércoles, 20 de marzo de 2024

357. Lo terco

No importa perderse a veces, olvidarse incluso, estar a otra cosa. También explorar, porque quién sabe, quién puede estar siempre seguro del camino. Y lo nuevo (novum, decía Bloch) se anuncia, porque somos tiempo (dice Heidegger), pero volvemos a ello (¿siempre, una y otra vez, como quiso Nietzsche?), aunque sea de un modo re-novado. Si paramos un momento (cuando podamos) y cerramos los ojos (como nos propuso Husserl), notamos que está por ahí cerca, acogedor. Jaspers lo llamo lo abarcador (das Umgreifende), y yo, en un ámbito más pequeño y personal, más autobiográfico (como lo comprendió Dilthey), prefiero llamarlo ahora lo terco, lo que no nos abandona y constituye así una certeza, la mayor, quizás. Y nos persigue, a veces, como un recuerdo, y lo sentimos en el cuerpo, como el tábano de Sócrates.



domingo, 17 de marzo de 2024

356. Lo absurdo

 Sigo con Camus, me atrapa su estilo. Recojo aquí otro texto de su Sísifo para más adelante, quizás. El hombre (o la mujer, claro), se ha enfrentado ya al absurdo de la existencia, y ha llegado a ser el "hombre absurdo".

"En cierto punto de su camino, el hombre absurdo es solicitado. No faltan en la historia religiones ni profetas, inclusive sin dioses. Le piden que salte. Todo cuanto puede responder es que no lo acaba de entender, que eso no es evidente. No quiere hacer, precisamente, sino lo que entiende bien. Le aseguran que eso es pecado de orgullo, mas él no comprende la noción de pecado; quizás el infierno esté al final, pero no tiene bastante imaginación para imaginarse ese extraño futuro; acaso pierda la vida inmortal, pero eso le parece fútil. Quisieran que reconociese su culpabilidad. Él se siente inocente. A decir verdad, solo siente eso, su irremediable inocencia. Ella es la que le permite todo. Así, lo que se exige a sí mismo es vivir solamente con lo que sabe, arreglárselas con lo que es, sin que intervenga nada que no sea cierto. Le responden que nada lo es. Pero eso, por lo menos, es una certeza."*

Me pregunto si está claro en todos los casos quiénes son ellos, esos otros (y otras) que exigen todo eso de él (o ella), y también que quiere decir eso de vivir solo con lo que uno sabe. Intuyo que Camus se está acercando aquí a algo interesante (al menos para la idea, creo, que puso en marcha estos QSY). Veremos.


*Camus A. El mito de Sísifo. Traducción de Esther Benítez. Barcelona: Penguin, Random House, 2023, pp. 59 y 60.

 

 

sábado, 9 de marzo de 2024

355. Aporías de la democracia: votar a distancia

Pienso en la distancia en relación con el voto. No en la distancia entre el votante y la urna (el voto por correo y todo eso), sino en la que separa la intención de votar de lo efectivamente votado. Lo que me separa, como perspectiva y posición política, de la candidatura a la que finalmente votaré. Sí, se trata del terreno (pantanoso) del voto útil, del menosmalismo (y todo eso). Para unas personas esa separación es mayor, para otras menor, pero me imagino que el bipartidismo dominante en estas democracias occidentales tiene que ver con eso, quiero decir, con que muy pocas personas voten lo que (como) realmente piensan. Al menos, entre las personas que piensan el voto, que esa es otra (aporía de la democracia).



lunes, 4 de marzo de 2024

354. Los buenos y el malo

 No sé bien qué marco cognitivo, estructura mental profunda o arquetipo ancestral (o lo que sea dentro de un largo elenco de entidades de este tipo) podría explicar el hecho de que, especialmente en el ámbito político, lo bueno se dice casi siempre en plural (nosotros, los buenos), mientras que lo malo suele concentrarse en una sola persona (el malo). Y ello especialmente en las declaraciones de muchos políticos (por lo general, no de "los nuestros") y en las noticias difundidas por sus medios de comunicación.



domingo, 3 de marzo de 2024

353. La realidad y el recuerdo

Algunos discípulos y colegas de mi padre (reputado neurólogo) me han contado que él solía decir, en relación con el diagnóstico, que el menos fiable de todos es el del patólogo (utilizo esta forma anglosajona del término, ya plenamente establecida entre nosotros, en lugar de "anatomopatólogo", de origen francés y cada vez más en desuso). Ya entonces, hace no menos de cincuenta años, sonaría irónico, y esa era sin duda su intención; y yo he desarrollado mi vida profesional de neuropatólogo entre neurólogos que tomaban mi diagnóstico, especialmente en sesiones clínicas (clínico-patológicas), como el diagnóstico definitivo. No todos. A veces, al terminar una sesión, aún veo algún gesto escéptico que me recuerda la frase de mi padre y, naturalmente, mis propias limitaciones como observador en un nivel de la realidad y en una perspectiva determinados (por recordar de nuevo aquí a F. Cordón, con quien mi padre mantuvo largas conversaciones sobre biología y evolución).

 Ciertamente, en ocasiones lo más directo y empírico (el microscopio) parece lo más firme y verdadero, y no es así. Ocurre algo (vagamente) similar con la memoria, los recuerdos, o, para precisar más, los falsos recuerdos (o incluso aquellos recuerdos de los que no podemos saber si son falsos o no).

Llevo muchos años citando, con clara intención provocativa, una frase de Hermann Hesse que, como decimos a veces, me gustaría haber escrito yo mismo: "A los hijos no debemos educarlos, sino admirarlos." Cuando la cito suelo decir también que la leí en la correspondencia entre Hesse y Thomas Mann, un conjunto de cartas, por cierto, lleno de gestos y cosas admirables, de un altísimo respeto entre ambos amigos, aun más explícito y cuidadoso cuando había algún desacuerdo político o ideológico. Hace algunas semanas decidí buscar la cita para dejarla recogida en estos QSY... y no la encontré. Revisé las cartas de Hesse, las de Mann, especialmente aquellas en que hablan de la familia, de los hijos... y nada. Revisé también todo lo que tengo señalado (a lápiz) en el Glasperlenspiel, en Lecturas para minutos y en otros sitios, y tampoco está ahí. ¿Quizá Bajo las ruedas sea un buen candidato? ¿O es solo que parece ejemplificar la cita? En cualquier caso, tampoco ahí. ¿Es posible que la hubiera leído, no en un texto de Hesse, sino en uno sobre Hesse? Qué sé yo, produce una gran perplejidad caerse del burro de una certeza tan clara, tan evidente (y tan fácilmente falsable, por otra parte, como diría Popper)**.

Mientras tanto, quiero decir mientras no encuentre esa cita de Hesse (y aquí podría ir un emoji sonriente), podemos recurrir al socorrido consuelo de otra cita, cuya forma original se remonta a un aforismo de  Giordano Bruno: si non è vero è ben trovato. Ya me habría gustado inventarme aquella cita (y también esta otra, claro), pero de momento no lo veo muy probable.


* Hesse H. y Mann T. Correspondencia. Madrid: Anaya, 1992 (año, por cierto, en que nació uno de mis hijos).

** Recordemos aquí al Wittgenstein tardío de De la certeza, a quien he dedicado bastante tiempo en los últimos meses (y también a su noción de memoria).



jueves, 29 de febrero de 2024

352. Vivir, pensar

 "Cogemos la costumbre de vivir antes de adquirir la de pensar."*

Por frases como esta, supongo, me hice, hace ya muchos años ("adolescente fui", dice Cernuda), fan de Camus. Unos años después llegó Sartre y me llevó con él. Después (y también antes) llegaron muchos más, claro, y todo se hizo más incierto, rico e interesante. No sé decir desde cuándo, pero en algún momento ya estaba ahí la costumbre de pensar. Y fue gracias a ella, contra la sutil ironía de Camus, como reconocí aquella otra "costumbre", más profunda y esencial, que tampoco he abandonado nunca, de vivir (no pasivamente, sino lanzado heideggerianamente, podría decirse a la vida).


* Camus A. El mito de Sísifo. Traducción de Esther Benítez. Barcelona: Penguin, Random House, 2023, p. 19.



viernes, 16 de febrero de 2024

351. Escribir, volver

 Ponerse a escribir como si hubiera que aprender de nuevo a hacerlo en cada momento. Siempre tanteando. (Dx)