domingo, 17 de marzo de 2024

356. Lo absurdo

 Sigo con Camus, me atrapa su estilo. Recojo aquí otro texto de su Sísifo para más adelante, quizás. El hombre (o la mujer, claro), se ha enfrentado ya al absurdo de la existencia, y ha llegado a ser el "hombre absurdo".

"En cierto punto de su camino, el hombre absurdo es solicitado. No faltan en la historia religiones ni profetas, inclusive sin dioses. Le piden que salte. Todo cuanto puede responder es que no lo acaba de entender, que eso no es evidente. No quiere hacer, precisamente, sino lo que entiende bien. Le aseguran que eso es pecado de orgullo, mas él no comprende la noción de pecado; quizás el infierno esté al final, pero no tiene bastante imaginación para imaginarse ese extraño futuro; acaso pierda la vida inmortal, pero eso le parece fútil. Quisieran que reconociese su culpabilidad. Él se siente inocente. A decir verdad, solo siente eso, su irremediable inocencia. Ella es la que le permite todo. Así, lo que se exige a sí mismo es vivir solamente con lo que sabe, arreglárselas con lo que es, sin que intervenga nada que no sea cierto. Le responden que nada lo es. Pero eso, por lo menos, es una certeza."*

Me pregunto si está claro en todos los casos quiénes son ellos, esos otros (y otras) que exigen todo eso de él (o ella), y también que quiere decir eso de vivir solo con lo que uno sabe. Intuyo que Camus se está acercando aquí a algo interesante (al menos para la idea, creo, que puso en marcha estos QSY). Veremos.


*Camus A. El mito de Sísifo. Traducción de Esther Benítez. Barcelona: Penguin, Random House, 2023, pp. 59 y 60.

 

 

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