domingo, 23 de diciembre de 2018

25. El arte de escribir y la tarea de interpretar


Gadamer presenta de una forma muy sugestiva el carácter irreductible del lenguaje pensado o hablado, frente al escrito (“Fenomenología del ritual y el lenguaje”*). Habla (en realidad, escribe) del “titubeo” que solo el “arte de escribir” puede trasladar, y nunca enteramente, al texto escrito. Prefiero entenderlo en términos de posibilidades, de mundos posibles, de textos posibles. El texto final que nos llega es solo uno de los infinitos textos que la idea e intención iniciales contenían en potencia, en un abanico de potencialidades que solo al iniciar la escritura comienza a manifestarse. “El arte de escribir” es capaz, quizás, de evocar, en nuestro lenguaje pensado, algo del “titubeo” original del autor, trasladándolo a nuestro propio “titubeo” interpretativo. Algo de ello queda para siempre y algo se pierde para siempre, pero queda también la tarea infinita de intentar recuperarlo, alzándonos en nuestro lenguaje meditativo de lectores hasta el horizonte lingüístico, conceptual, emocional, intencional, hasta el mundo de la vida, en suma, del autor. (De Huellas, 2009)

(*) En Mito y razón, Hans-Georg Gadamer. Ed. Paidós, 1997.