En este mundo capitalista (in-mundo, lo llama mi profesora), se gana libertad (definida más por su ausencia o privación que por su presencia*) con el dinero que cubre las "necesidades" o con la renuncia a necesitarlo. Hay un equilibrio prudente entre ambos términos que es preciso encontrar en cada momento.
* Algo similar ocurre con la dignidad, como sabiamente nos explica Javier Sádaba: https://www.filco.es/que-es-la-dignidad/