jueves, 26 de marzo de 2020

144. Aplausos

Todos los días, a las 8.00h de la tarde, salimos a la terraza a aplaudir con todas nuestras fuerzas a las personas, muchas de ellas conocidas o queridas (o muy queridas), que están dando la batalla, todos los días, frente a la terrible epidemia. No me importa el lenguaje militar, con todo lo pacifista que me siento, si precisamente los militares están también en esa primera línea. Todos ellos son, como vengo diciendo (§139 y §140), "los nuestros", y mientras aplaudo, no puedo dejar de pensar durante medio instante en esos "otros" que aprovechan la ocasion para sus maniobras (malvadas) de poder. Digámoslo con la lucidez elegante y minimalista de Leonard Cohen:

"But answer me this
I won't take you to court
Did you go crazy
Or did you report
On that day
On that day
They wounded New York."*

Todos tenemos derecho (y en todo caso la mera posibilidad del hecho) de no soportar una catástrofe colectiva, pero mientras los que "comparecen"** actúan, trabajan, hasta los malvados*** deberían guardar un respetuoso silencio.


* Como no tengo a mano una traducción de la canción, aventuro aquí la mía:
"Pero respóndeme a esto
No te llevaré a juicio
Te volviste loco
O te presentaste allí
Aquel día
Aquel día
En que hirieron a Nueva York."


** (se presentan, acuden)

*** No hablo aquí de ningún mal metafísico, que en todo caso estaría del lado del virus, sino de ese otro mal ideológico, cotidiano, fáctico, pequeño, mezquino, egoísta, que a veces parece querer aliarse con él.