sábado, 25 de septiembre de 2021

229. La lectura y el ejercicio físico

 Yo no diría que hay una diferencia esencial entre un buen rato de lectura, de estudio, si se quiere (o se puede), y una sesión de ejercicio físico, de entrenamiento, si se quiere también. Así decimos, "físico", como subrayando su contraposición a algo que entendemos, menos concretamente, como "intelectual". Como la de la cabeza al (resto del) cuerpo. Esta indiferenciación relativa se manifiesta especialmente al terminar cualquiera de los dos tipos de actividad, de ejercicio (de práctica u obra, diríamos con términos de resonancia clásica), cuando descansamos durante un momento, relajamos la atención, levantamos la cabeza (sí, en ambos casos) y disfrutamos (si queda tiempo para ello) de un momento cálido de silencio, tranquilidad y satisfacción. 



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