sábado, 8 de julio de 2023

311. Nudismo plantar

 Si algo bueno y sensual tiene el verano es la oportunidad de ir descalzo el mayor tiempo posible. ("Si algo" es un decir, una fórmula retórica, porque el verano está lleno de encantos sensoriales, como el "olor a verano" de la piel de quien vive con nosotros piel-con-piel). Pasé los veranos de mi infancia descalzo por las calles y playas de aquellos lugares gallegos. Ahora, más que adulto, redescubro el placer, entonces inconsciente, del contacto permanente del cuerpo con la tierra. En lo teórico, me lo redescubrió aquel psicólogo en un curso de verano (La Rábida, Huelva, verano de 2021) durante una larga y memorable sesión de relajación. Sentirse en contacto con el suelo, sentir el peso del cuerpo sobre el sustrato que pisamos, que palpamos cuidadosamente, que acariciamos al caminar.



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