Asume Aliosha Karamázov, personaje inolvidable, siguiendo a su maestro, el stárets Zosima, que todos somos culpables "por todo y por todos", idea que denota con especial profundidad el humanismo existencialista de Dostoyevski. En la lectura de la novela, se nos plantea como una cuestión téórica, la más interesante que me dejó mi primera lectura del texto hace ya casi medio siglo. En cambio, en relación con el exterminio de Gaza, transmitido a diario con fría contabilidad necropolítica, esta misma cuestión se plantea en un plano práctico: ¿en qué medida estamos siendo culpables todos de esa solución final? ¿Hay algo que podamos hacer para ser (no solo para sentirnos) menos culpables?
No hay comentarios:
Publicar un comentario