En su Prólogo (Ni personas ni cosas) a Personas, cosas, cuerpos, de Roberto Esposito*, Antonio Valdecantos dice lo siguiente (eludo a propósito el contexto inmediato para atender exclusivamente al contenido del texto):
"(...) gran parte de la tarea del teórico consiste en tomar, sin duda de manera anacrónica, los usos pretéritos o soterrados de los significados en pie de igualdad con los que la ideología vigente toma como contemporáneos. La distinción entre lo contemporáneo y lo pasado es como la que hay entre lo literal y lo metafórico: seguramente la misión del pensamiento es dejar de tomarse en serio esa frontera (no para transgredirla solemnemente, sino para tomarla como pedantería ideológica), contemplando qué aspecto ofrecen las cosas cuando tal frontera ha caído en el desprestigio."
Quien dice ideología, dice moda o paradigma, lo que sea que se espera que se diga en cada momento (contemporáneo, claro).
* Esposito, R. Personas, cosas, cuerpos. Traducción de Albert Jiménez. Madrid: Trotta, 2017. p.18