jueves, 7 de abril de 2022

255. Cordón & Terrón

 Ayer, homenaje a Faustino Cordón en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid (CAUM)*. Homenaje necesario, en el que también era necesario y esperable que no se hablara menos de Eloy Terrón que de Faustino. "Hablábamos entonces de Cordón y Terrón como se habla de Marx y Engels", recordó con entusiasmo uno de los intervinientes. 

Fue un acto agradable, tan poco académico como lo fueron los homenajeados, una reunión de "rojos", como aquellas en las que aprendimos tanto con ellos. 

Alfonso Ogayar y yo, sentados en la última fila, señalados e interpelados como "colaboradores" por algunos de los ponentes. Extrañas sensaciones, treinta años después. ¿Puede uno "traicionar" un pensamiento y extraer a la vez lo mejor de él? Es lo que dice Heidegger que hay que hacer con los grandes pensadores.

Vi claro, una vez más, que la obra de Cordón, su pensamiento, resulta más rico y estimulante cuando se analiza en un contexto filosófico que si se sitúa en un marco meramente científico, más aun si este último se limita al de la ciencia académica de su tiempo y su país. Y aun más  -y esto es lo peor- si se hace en una perspectiva estrechamente cientifista. 

 "Ser hombre no es ser hombre. Ser hombre es otra cosa", dice Celaya, y parafraseando podemos decir: ser científico no es ser científico sino otra cosa (más), pensador, inductor de nuevo pensamiento. Si el pensamiento de Cordón no ha tenido el debido reconocimiento en su país (y sí, algo más, en un país vecino con mejores tradiciones intelectuales, Francia), el problema (o el síntoma) es del país (mayoritariamente reaccionario y culturalmente colonizado).


* https://caum.es/2021/12/15/faustino-cordon/

** Aviso, en De tranquilamente hablando (1947).



sábado, 26 de marzo de 2022

254. Dual use

 Fue en aquel comité ético (de investigación) europeo, poco antes de abandonarlo cumplido ya el periodo preceptivo de permanencia, donde aprendí el verdadero alcance de este término. Dual use, doble uso, civil y militar, de la investigación científico-técnica realizada (solo aparentemente) en el ámbito (académico, p. ej.) no militar. ¿Doble? Ahora que la guerra (esta guerra, principalmente) lo ocupa todo desde la unilateralidad de alguna de las partes enfrentadas (información, noticias, internet, economía, política, cultura), descubrimos la cara oculta de una vida colectiva (política) que se venía desarrollando (solo aparentemente) en paz. Para bellum, ¿en qué medida, en esta prehistoria (Marx) inacabada, todo es en último término -o mejor, en potencia- para la guerra? ¿Y la guerra de quién (Nietzsche)?

En una de sus conferencias sobre Nietzsche, precisamente, dedica Heidegger unas páginas especialmente lúcidas, como en otros muchos lugares de su obra, a definir lo que diferencia radicalmente la actividad cietífico-técnica del ejercicio del pensamiento filosófico. 

"De acuerdo con la disposición gobal que adopta la historia del hombre sobre la tierra, el carácter técnico idustrial que se viene abriendo paso desde hace un siglo y medio seguirá contribuyendo a determinar el destino de la ciencia actual. El contenido semántico de la palabra «ciencia» (Wissenschaft) se desarrollará por consiguiente en la dirección que queda acotada por la palabra francesa science, por la que se entienden las disciplinas matemático-técnicas. Los grandes sectores industriales y el Estado Mayor están mejor «enterados» de las necesidades científicas que las «universidades»; también disponen ya de mayores medios y de fuerzas más adecuadas, ya que efectivamente se encuentran más próximos a lo «real»."*

Los sectores industriales, el Estado Mayor y lo "real". ¿Puede haber algo más "real" que ese misil que vemos acertar** con prodigiosa precisión su objetivo dual (civil y militar)? ¿Cuánta investigación civil (para curar, para jugar) se oculta tras esa perfección militar (para matar)(§116)? ¿No es esta una expresión de la razón cínica***  esencialmente característica de nuestro tiempo?


* Martin Heidegger. Nietzsche. Ariel: Barcelona, 2017 (p. 219)

** Del término latino certum, "cosa cierta" (DRAE).

***En esto, no en otras cosas, tengo que darle la razón a Sloterdijk.



domingo, 13 de marzo de 2022

253. Rumpelstilzchen

"Procrastinamos", decimos cuando dejamos de hacer algo que imaginamos que haremos más adelante (mañana, en realidad, que en su sentido etimológico procrastinar es "paramañanear"). Por lo que a mí se refiere, oscilo entre el agobio que resulta de recordar en detalle la lista de todo lo pendiente (trabajo, por lo general), y la confianza ingenua en que, con cierta intensidad de dedicación, en algún pliegue inesperado del espacio-tiempo, esa montaña de cosas aún-no-hechas desaparecerá del horizonte. Una montaña informe, sí, como la de paja que, en el cuento de los Hermanos Grimm, la hija del molinero tramposo tiene que convertir en oro a lo largo de una noche. Confio entonces, una vez más, en ese geniecillo algo perverso que viene conmigo, y que se siente capaz de hacer todo eso y aun más.

"Ach, wie gut, dass niemand weiß

Dass ich Rumpelstilzchen heiß!"

 

 

domingo, 27 de febrero de 2022

252. Ucrania

 "I fought against the bottle, but I had to do it drunk". 

Así, como cantó Leonard Cohen, parece que estamos con respecto a esta guerra, también de propaganda, información, noticias, o lo que sea todo eso que fija nuestra atención y nos horroriza. Solo el horror (Conrad) de la guerra es verdad; de la que vemos, y no tanto, al parecer, de las que no vemos. De todo lo demás, lo que intentamos, más allá del horror, entender, solo habrá "verdad", al parecer, cuando sea ya historia. Esperemos que entonces, como también ahora, la memoria compense la falta de entendimiento.



sábado, 19 de febrero de 2022

251. El caos de los libros

 Están por todas partes, algunos en su sitio, el que en algún momento les ha correspondido, en una de las estanterías, o en un cajón de madera, una estantería improvisada sobre la mesa. Muchos otros están sencillamente puestos, dejados (nunca "tirados", aunque pueda parecerlo) encima de la mesa, de la cama (los más), y también por las estanterías. No están solos, sino acompañados de muchos papeles, artículos sacados de internet, notas; y en todos ellos asoman marcapáginas y señaladores de colores. Seguir aquí, recordar esto, volver a esto otro en algún momento, no olvidar.

Están ahí, cada uno en un sitio, el suyo en cada momento, y también en una posición, a mano, "a pensamiento", mejor, si así se pudiera decir, mientras esperamos, ellos y yo, el siguiente encuentro.

Entre todos, lo leído no olvidar, lo que se está leyendo seguir aquí y lo que está ya preparado para el futuro ganas de leerlo en cuanto se pueda o cuando toque, forman la arquitectura invisible (relaciones, intenciones, intuiciones y algunos recuerdos insistentes) del trabajo en curso. Si alguna vez me perdiera (Hänsel und Gretel...), quiero pensar (para huir así de ciertas pesadillas) que solo con mirarlos, ahí, tal como están, como han quedado, expectantes y acogedores, me mostrarían de nuevo el camino.

 

 

viernes, 18 de febrero de 2022

250. Producción o posición

Desde el punto de vista teórico me ha hecho siempre más feliz la posición, la situación, ganada que la creación producida. Es en el momento de la pre-producción (para emplear un término que suena a blochiano) donde me encuentro más a gusto. (De Huellas, 1995)


 

domingo, 30 de enero de 2022

249. ¿Amateur o autodidacta?

 Ya, parece claro que estos dos términos nombran cosas diferentes, aunque también parecen estar, de alguna forma, extrañamente, relacionados.

En La información, de Martin Amis, extraña (también) novela, el antihéroe (y anti-autor) protagonista, Richard Tull, charla con una especie de rufián, ex-presidiario (que se ha intelectualizado en la cárcel), y explora la posibilidad de que alguien le dé una buena paliza a un colega (¿amigo?) escritor de enorme y súbito éxito. Se acaban de conocer y se están tanteado. 

"(...) Tragó saliva y, con cierto esfuerzo, dijo:

Soy autodidacta.

 Sí, escucha, pensó Richard: incluso sabe decir autodidacta... (...) Notó que no se trataba de un joven del montón. Tampoco un prototipo, quizá; pero no convencional. Comprendió también (por primera vez) que los autodidactas siempre están sufriendo. El miedo a la ignorancia es violento, atávico; el miedo a lo desconocido es como el terror a la oscuridad. (...)

Yo me licencié en Oxford con sobresaliente repuso Richard. Autodidacta..., esa es una vocación dura. Siempre está uno intentando ponerse al corriente, y no llega a amarse plenamente el conocimiento. Siempre es para uno mismo."*

Duro juicio el de Richard Tull, desde su trágico cinismo, piensa uno (¿por alusiones?). ¿Cuándo es uno amateur y cuándo autodidacta? ¿No debería uno evitar ser las dos cosas a la vez? ¿Dónde queda en todo esto lo (meramente) académico?

Y la última: ¿quizás demasiadas lecturas recientes de (y sobre) Nietzsche?


* Martin Amis. La información. Traducción de Benito Gómez Ibáñez. Barcelona: Anagrama, 1996; p. 156.