Ni siquiera una reflexión, más bien una impresión efímera (me temo) después del apagón de hace unos días, y de algunos textos que se han publicado después con ese motivo. (El recuerdo todavía reciente de conducir por calles llenas de gente, sin semáforos, pero con mucho cuidado por parte de todos, y con una especie de sonrisa generalizada, una inusual conexión con los demás, una comprensión compartida de la situación excepcional que estábamos viviendo).
El concepto de "pueblo", tan difícil de entender (e incluso de creer) en circunstancias normales, parece evocarse de forma natural en estas situaciones de crisis colectiva. Y eso es siempre un motivo de esperanza (política).
No hay comentarios:
Publicar un comentario