viernes, 11 de octubre de 2019

97. Anti-Fausto


Limitación, finitud, humildad. Llega de nuevo el momento anti-fáustico. ¿Cuánto conocimiento se puede abarcar con solvencia, con la suficiente familiaridad? ¿Y para qué?

Centrarse, aunque sea solo un poco, aunque sea en varias cosas. (De Huellas, 2017)



sábado, 5 de octubre de 2019

96. Nacionalismo o internacionalismo

Solo veo algo bueno en el nacionalismo (¿diríamos que "sano"?) cuando me imagino siendo de otro sitio o de otro país (por lo general de un corto número de posibles "patrias" alternativas). Así se me hace algo más simpático tener una nacionalidad determinada (y casual), a la vez que veo el internacionalismo (en el sentido más tradicionalmente izquierdista) como algo real, concreto y rico en perspectivas. Ser, a la vez, de algún sitio y de cualquier sitio. (Dx)

(Escuchando Irish Heartbeat, cantado por Van Morrison y Mark Knopfler, claro.)



95. Cesare Pavese

"Anche tu sei l'amore.
Sei di sangue e di terra
come gli altri. Cammini
come chi non si stacca
dalla porta di casa.
Guardi come chi attende
e non vede. Sei terra
che dolora e che tace.
Hai sussulti e stanchezze,
hai parole - cammini
in attesa. L'amore
è il tuo sangue - non altro."



miércoles, 2 de octubre de 2019

94. Leer poesía

¿Por qué, para qué, se lee poesía? Por el hábito (héxis) de hacerlo, sin duda, cuando se tiene, entre tantos otros que nos constituyen. Para navegar cerca de lo absoluto y lo verdadero (humano) que algunos poetas (bastantes, afortunadamente) han intuido y han sabido registrar. Y para pescar allí algunos versos afines que, cuando los encontramos, se quedan con nosotros para siempre. Algunos de los versos, vivos, que han ido dejando mis lecturas, como un sedimento, como huellas, van apareciendo en estos QSY. Si alguna vez me sintiera capaz de comentarlos, lo haría. (Dx)



lunes, 30 de septiembre de 2019

93. ¿En qué estamos pensando?

Veremos muchas encuestas electorales en las próximas semanas, y escucharemos muchos análisis. ¿Qué pasará, qué votará la gente? ¿Es previsible el resultado? (¿Para qué sirve saberlo?, me pregunto yo.)

Sin embargo, puestos a hacer encuestas, no estaría mal, quizás, hacer otro tipo de preguntas más directas, por si después nos resultaran útiles para entender los resultados.

"¿En qué está pensando usted en este momento? ¿En qué tipo de cosas suele pensar? ¿En qué suele pensar, concretamente, cuando se dirige al colegio electoral? ¿De qué cosas suele hablar con los amigos, con su pareja o con sus hijos?"

Estaría bien hacer esa encuesta, y después la otra, la habitual, la del voto. Y comparar.

¿Cuánto pensamiento hay en un voto? ¿Mucho, poco, nada? Habría que hacer campaña, no para pedir el voto, sino para pedir que se piense en lo que se vota, o si se vota. Para que cada uno piense en la vida real antes de votar.



domingo, 29 de septiembre de 2019

92. José Bergamín

"Las palabras son muy poco,
el silencio es mucho más.
Cuando callamos parece
que decimos la verdad.

Raíces tiene el decir
que son más hondas que el aire
y no se pueden oír."

                      Duendecitos y coplas



sábado, 28 de septiembre de 2019

91. Incomprensión

Nos hemos reunido como jurado para decidir, fallar, un premio que todos los años se concede (lo hace generosamente una fundación) a la mejor tesis en una determinada disciplina científica. Estamos cenando, después de la reunión, en un restaurante elegante y, cómo no, la conversación tarda poco en internarse por parajes políticos. Se trata de un grupo de varones (sí, así es) muy competentes en su profesión, algunos ya jubilados, formados y cultos. Cada uno da su opinión sobre la situación política del país y las próximas elecciones generales. Como podría esperarse, el marco, la estructura y los límites del discurso (lógos) común (aquello que nos indica que todos estamos hablando de lo mismo) viene dado previamente (para mi desesperación o, al menos, decepción) por los medios de comunicación: todo aquello que se repite indefinidamente con machaconería publicitaria. 

Empiezo a notar esa sensación ya familiar de no-pertenencia ("nosaltres no som d'eixe món"), o de pertenenecia, más bien, a ese ámbito definido/indefinido y uno/múltiple que venimos llamando "izquierda". Suelo hablar (mucho) de política con amigos y familiares, en un contexto compartido, y lleno de matices y eternas, también tópicas, discusiones, de comprensión (sobre cómo funciona el mundo humano), compasión (por las injusticias, las desigualdades y el sufrimiento que generan) y esperanza (en la posibilidad de un mundo diferente, mejor). Sin embargo, cuando me veo envuelto en este otro tipo de conversaciones (in partibus infidelium) me produce una mezcla de curiosidad y melancolía la profunda y esencial incomprensión mutua que generan las discusiones políticas "irreductibles". ¿Cómo puede este hombre repetir ese argumento ramplón o cínico, o ese dato manifiestamente erróneo, oído mil veces en las televisiones corporativas, solo porque le permite justificar sin más una opinión previa, claramente ideológica? ¿Cómo podemos llegar a ser tan diferentes, tan profunda y mutuamente incomprensibles? ¿Qué formas de vida, qué itinerarios vitales, qué intereses, hay detrás de posiciones políticas, y, en consecuencia, morales, tan esencialmente diferentes? 

La diferencia, nos enseñan los filósofos desde hace miles de años, es fuente de conocimiento. Me consuela pensar que esos momentos de perplejidad e incomprensión sobre lo que (me) dicen algunos congéneres durante discusiones políticas tan "extremas" puede dar lugar a alguna que otra reflexión de ontología política. ¿De qué están/estamos hechos cuando hablamos/hablan así? ¿Y cómo hemos llegado unos y otros hasta aquí (o allí)? ¿Cómo es posible que funcione una sociedad cruzada de abismos tan profundos? (Dx)

Coda: Alguna respuesta a estas preguntas o, de nuevo, algún consuelo, puede haber en el modo en que se desarrolló la reunión previa para la concesión del premio. Algo de discusión, sí, pero en un contexto enteramente racional y respetuoso con todos los participantes, tanto los candidatos como los miembros del jurado, y con argumentos basados en la evidencia de los textos que teníamos delante. Hay que darle la razón a Husserl, cuando sugería que la comunidad de los científicos es el mejor modelo de discusión y consenso entre personas*.


* Esto está muy bien explicado en el último capítulo, Cultura fáctica y cultura auténtica (p. 277 y ss.), del libro de Javier San Martín, Teoría de la Cultura, Ed. Síntesis, Madrid, 1999.


(Escuchando Boucan d'enfer, de Renaud.)