"Pensar es reflexionar sobre lo que se sabe." (H.- G. Gadamer) "La dificultad en filosofía está en no decir más de lo que sabemos." (L. Wittgenstein) "Hemos definido el filosofar como un preguntar que comprende a partir de una emoción esencial de la existencia." (M. Heidegger) "El hombre siempre es más de lo que se sabe de él." (K. Jaspers)
sábado, 5 de agosto de 2023
324. Murakami y la memoria (1)
sábado, 29 de julio de 2023
323. Nec ego loquor omnibus
Las cosas de la web, las redes sociales, los algoritmos de búsqueda y la inteligencia artificial; cosas que no dejan de sorprendernos y que parecen reclamar una toma de posición por nuestra parte. Aquí un ejemplo.
Raf Vallone (1916 - 2002), el actor y director italiano, vino a España en 1990 (lo compruebo en la web) para representar un Tito Andronico impresionante y terrible, que fuimos a ver Mu y yo con Marcial Suárez (esto último lo recuerdo bien). Entre los documentos de su padre que Mu viene clasificando y archivando desde hace unos años se encuentra una carta de Vallone a Marcial, en la que le agradece el envío de dos artículos suyos publicados en El País. Marcial se los había enviado, en junio de 1991, tras una visita de Vallone a Peñíscola, para la celebración del 30 aniversario del rodaje de El Cid. En una entrevista publicada en El Independiente (11/06/1991), el actor italiano se había mostrado muy crítico con los dirigentes comunistas europeos que celebraban la liquidación en curso de la Unión Soviética y del mundo socialista, y citaba a Lenin: "No hay revolución sin tradición." A Marcial tampoco le gustaba nada lo que estaba pasando, y no creo que
le fuera a extrañar mucho, si aún viviera, la evolución posterior de
todo aquello, incluyendo los desastres de la guerra actual. Así se lo explicaba en su carta: "Me permito enviarle dos artículos que he publicado en El País, de Madrid. Con ellos, quiero rendir un modesto homenaje de amigo a la firme claridad de su posición política, es decir, humana." "Humana", esto también es importante, o es lo más importante.
En su respuesta, dice Vallone que sus artículos le han recordado una cita y una idea de Petrarca, y la recoge allí en latín y en italiano. En cuanto la leo, me resulta muy sugerente y afín a otras citas o ideas que utilizo (y que diré), y me propongo buscarla en la web. Durante varias semanas ni Google ni el dichoso ChatGPT me sirvieron de gran cosa. Parece ser que entre las virtudes de este último no está la búsqueda de textos (lo que contrasta con su demostrada capacidad para crear textos). Ayer, sentado en la peluquería, haciendo tiempo (bonita expresión, esta) mientras esperaba mi turno, encontré por fin la cita en un remoto foro de especialistas en Petrarca, dentro de una red social en la que, por cierto, tuve que registrarme trabajosamente. El texto latino que recogía Vallone en su carta estaba algo modificado, y eso debió de contribuir a la dificultad de la búsqueda.
"nec ego loquor omnibus, sed tibi, sed mihi et his paucis quibus hec rara conveniunt"
"non mi rivolgo a tutti, ma a te, a me e a quei pochi cui si addicono queste cose eccezionali"
El texto es del segundo capítulo de De vita solitaria, del poeta (y uno de los padres de todos ellos), y podría trasladarse al castellano así:
"no me dirijo a todos, sino a ti, a mí, y a los pocos que comparten estas cosas excepcionales."*
"We few, we happy few, we band of brothers", escribirá unos siglos después Shakespeare (Enrique V, Acto IV, Escena III), uno de los principales seguidores de Petrarca. Amistad, humanismo y, si se quiere, algo que en algún otro lugar, por aquí, he llamado sano elitismo. Todo ello muy compatible con lo que entendemos, sanamente también, como vida solitaria, y especialmente durante las (ya inminentes) vacaciones de verano.
Rescatada la cita del laberinto de la web (Jarauta), la incorporo como una divisa principal de estos QSY. El "qué se yo" de Montaigne podría completarse así con el "para quién" de Petrarca.
* Sigma, hermano de Mu, profesor singular y apasionado de latín y griego, me sugiere (por Whatsapp) esta traducción, claramente mejor, para el final de la frase: "...sino para ti, para mí y para esos pocos con los que estas marcianadas (sic) nos hermanan." Es la lectura que habría hecho (o hizo) Shakespeare, seguramente.
viernes, 28 de julio de 2023
322. Una calle filosófica
No es la primera vez que veo pasar la vida por la calle del taller de mi coche. Escribo sobre el molde, quizás, el recuerdo, de intuiciones previas, aquí, en este mismo lugar, es posible que en días parecidos, de calor, con algunas nubes en el cielo y una brisa ocasional. Alguna de esas intuiciones anda perdida, seguramente, en mis Huellas. Espero a que me entreguen el coche, en esta ocasión con los neumáticos nuevos. Hoy no hay prisa, disfruto de estos breves paseos por una calle vacía, sin gente y bastante desolada, de un polígono industrial al sur de Madrid. De vez en cuando pasa un coche, con tan poca prisa (creo, o más bien proyecto) como la que tengo yo ahora viéndolo pasar, y me pregunto semiconscientemente adónde irá, a qué tipo de vida pertenece este pequeño fragmento, esta traza ("estelas en la mar") que se me ofrece aquí ahora, tan rotunda como gratuita.
Todo esto contrasta con mi vida habitual, cotidiana, de tareas programadas, de cosas que dejar hechas, terminadas, y de actividades (pensamientos, reuniones, diálogos) precisas, concentradas, concretas.
Es en estos momentos laxos, algo atemporales, quizás, y en este espacio ajeno a mis coordenadas habituales, donde puedo ocasionalmente intuir que existe algo denso, compacto, un fluir del tiempo que habitamos (sí, también yo mismo estoy aquí protagonizando este episodio de un mundo que solo en parte y solo ahora es el mío), que podemos llamar propiamente vida. La de las pocas personas que aparecen en este escenario, y sobre todo mi propia vida, por un momento ralentizada, casi detenida, en un lugar totalmente ajeno y a la vez familiar.
321. El sueño de una noche de verano (1)
Venimos hablando últimamente de felicidad y de amistad, nociones muy aristotélicas y estrechamente vinculadas. Y de su fragilidad. Por aquí también cayó un rayo hace tiempo. Uno entre unos cuantos, y de los peores. Cuando nos recuperamos del primer golpe (¿se recupera uno alguna vez del todo?), recordé en Huellas tres textos que había estado rumiando durante aquellos meses. Uno de ellos era una sentencia de Epicuro y otro un poema de Emilio Prados. Habrá ocasión de volver sobre ellos, quizás. El tercero, un soneto de Lope, habla de la amistad y del miedo a perderla.
sábado, 22 de julio de 2023
320. Elecciones y valores
Mañana votaremos de nuevo. El resultado, para los más optimistas (de los nuestros), es incierto, y no acabamos de entender por qué. Hay algo de juego de azar en esto de no entender, especialmente en los últimos momentos antes de la votación. ¿Y si hubiera suerte también esta vez? (En las Elecciones Generales anteriores hubo algo de suerte, y algo [más] de inteligencia política, o de políticos inteligentes.)
Propongo, como ejercicio teórico, considerar que pueda tratarse aquí, en este momento, al menos en parte, de una cuestión de valores. O de un valor, principalmente. Sin embargo, como el heideggeriano de izquierda más o menos perplejo (por eso mismo) que en parte soy, no me avengo bien con la noción de valor, qué no sé bien qué es.
¿"Cuando se habla del ser de los valores, por lo general, se alcanza un alto grado de confusión."*
El valor del que hablo es la guerra. En realidad, el valor debería ser la paz, y la guerra su contravalor. Europa (en sentido amplio, desde Finisterre hasta los Urales) está en guerra, una guerra (como todas) cruel y obscena, una guerra de mercenarios (como muchas) a la que asistimos todos los días como espectadores "privilegiados". Una guerra en la que no se cuentan los muertos, porque de lo que se trata en último término es de ganarla o de que no venza el enemigo. Una guerra terrible, en fin, por más súper-tecnológica que parezca, que se alimenta generosamente para que siga existiendo.
Ese valor (contravalor), el que representa el horror cotidiano cuasi invisible de la guerra, forma parte de los valores que, a todas luces, están en alza en Europa (en sentido amplio) y pueden acabar inspirando el próximo gobierno de este país: los valores neoliberales. De alguna forma, más que metafórica, la guerra podría ganar aquí mañana las elecciones.
*Heidegger, Martin. Introducción a la metafísica (1935)
**Vallejo, César. España, aparta de mí este cáliz (1939)
lunes, 17 de julio de 2023
319. The male gaze
Eso de lo que deberíamos librarnos. Vosotras, sobre todo, pero también (antes, mejor) nosotros. El Dasein no tiene género. (Bx)
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Votaremos de nuevo, y pensaremos una vez más, durante un tiempo breve, que todo es posible porque, con un número suficiente de votos, las c...
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Uno de los mayores aciertos de Hermann Hesse * es haber sabido representar como "juego de abalorios" ( Glasperlenspiel ) eso que ...
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Así decimos a veces cuando dos personas, grupos o entidades se enfrentan en igualdad de condiciones, de madurez, de posibilidades. Creo que...
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En esta mañana de espera preelectoral escucho la voz cálida, siempre emocionante*, de Tom Petty ("[...] even the losers / get lucky ...
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Hace unos cuantos años, con motivo del centenario del annus mirabilis de Einstein (1905), organicé algunas actividades de divulgación ...
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Fin de semana ajetreado, transitando por varios servicios de urgencias de hospitales públicos. Barrio rico y barrio working class . Un oído...
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Me había formulado una tarea para este mes de agosto (una tarea vacacional, se entiende) bajo el título o lema de “el orden de los textos”,...
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Reconozco que el único sentido interesante que le encuentro a este término potente y sonoro es el que revelan las últimas frases de El ...
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(A propósito de la polémica compra de una casa -un chalet- por parte de una pareja de dirigentes políticos cuyo trabajo estimo.) Escuch...
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Reclamamos, esperamos, sufrimos y, sobre todo, hablamos mucho de la unidad de la izquierda. Después de estos últimos episodios podemitas (l...