Sí, Tokio blues es una obra maestra. No me equivocaba, creo, al pensar que tiene como eje o tema central la memoria, personal y también colectiva. Y la culpa y la muerte.
"Mi memoria no estaba ligada a los vivos, sino a los muertos."*
Y representa también la liberación, la cura, de todo eso. Por extraño que parezca, este triste y desesperado monumento funerario es a la vez un hermoso canto a la vida.
* Murakami, H. Tokio blues (Norwegian Wood). Traducción de Lourdes Porta. Barcelona: Tusquets, 2015. (p. 359)
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