miércoles, 19 de enero de 2022

247. Si me das a elegir

 Sé que no tiene mucho sentido tan siquiera plantearlo o mencionarlo, pero son cosas que, quién sabe por qué, se le ocurren a uno conduciendo por la M-30 camino del trabajo. Y que el condicional retórico, tan improbable, solo se lo plantea uno a sí mismo como escuchando la canción de fondo*, algo que pasa con frecuencia cuando se va conduciendo. Pues eso...

Hay una perspectiva, que a veces, como ahora mismo, me parece interesante, en la que, malgré tout y con perdón de la neurociencia y la neuro-profesión, si me das a elegir entre Giner de los Ríos y Ramón y Cajal, creo que me quedo con el primero**. 


* También me quedo, entre las versiones de esa canción, con la de Antonio Vega, tan frágil y verdadera.

** De momento, solo quería dejar anotada esa perspectiva, o esa conclusión. Habrá que explicar en algún momento la intuición de partida (que suelen ser fugaces y también frágiles), pero algo tienen que ver, sin duda, mis recientes lecturas de La tradición de la intradición, de Víctor Méndez Baiges (Tecnos, 2021). Lecturas que todavía prometen mucho. 



martes, 18 de enero de 2022

246. Un consejo de Goethe

 Encuentro en Huellas (1994) esta cita, que podría no venir mal en este momento, en cualquier momento:

“Nuestro consejo es que cada cual prosiga por el camino emprendido y no se deje impresionar por la autoridad, ni oprimir por el consenso general, ni arrebatar por la moda”.

Nada menos, so easy, tal cual.  Dejo para otra ocasión encontrar el locus de la cita (Del legado póstumo) y, como procede, el nombre de su traductor(a).



sábado, 8 de enero de 2022

245. De profesiones y aficiones

"‒¿Lo sabías que pinto? ‒preguntó complacida‒. ¿Quién te lo ha dicho?
 ‒Qué más da, lo he sabido por ahí. 
‒Yo no pinto bien, ni lo pretendo. Soy aficionada solamente se defendió. Eso para el que sea profesional.
Yo le dije que no se debe ser aficionado en ninguna cosa, que si no le parecía la pintura una cosa importante, que no cogiera nunca un pincel."

 Este breve episodio literario, recogido en Entre visillos, de Carmen Martín Gaite, tenía (tiene*) lugar presumiblemente en Salamanca, a orillas del Tormes, cerca del puente de piedra. Lo leí con gusto hace poco, en Navidades, mientras pasábamos unos días agradables paseando por aquella espléndida ciudad.

Pablo (el narrador), un profesor de alemán, de vuelta, por un tiempo, en su ciudad natal, y Elvira, una joven existencial e intelectualmente asfixiada entre aquellos visillos provincianos de posquerra, insinúan, entre leves movimientos a lo Rojo Negro, uno de esos amores difíciles** que tan bien nos contó Italo Calvino. Era fácil, asomándose al puente de piedra, imaginar allí abajo a los dos protagonistas, tumbados sobre la hierba, en sus sutiles, y al final tristes, juegos de desafío y seducción.

Sin embargo, más allá del interés literario y metaliterario de la escena (¿será Salamanca un lugar donde los personajes de las novelas se vuelven reales, o viceversa, como el Augusto de Niebla?), el episodio, quizás metafóricamente autobiográfico (para la autora y para mí), me hizo pensar en uno de mis temas recurrentes. 

Lo profesional y lo amateur (la ciencia y la filosofía, para mí, respectiva y sencillamente). Es posible que se trate solo de una división (¿oposición?) figurada, o convencional, de diferentes categorías sociales para describir una práctica o un hábito personal. Categorías sociales estructuradas alrededor del trabajo. Más allá de eso, que es tan complejo como todo lo socialmente determinado, lo principal, para lo uno y para lo otro, parece ser lo que le aconseja Pablo a Elvira: que si no le parece importante, que no coja el pincel. Que implica lo complementario, esto es, que si le parece importante, que no deje de hacerlo. Lo amateur y lo profesional, ellos hablan de amores, en realidad (o también), de todos los tipos, y de las decisiones que llevan consigo.


* A este respecto, el de la intemporalidad de lo escrito, viene a cuento un texto de Elena Fortún con el que Martín Gaite abre su Caperucita en Manhattan: "(...) lo que ha pasado no está escrito en ninguna parte y al fin se olvida. En cambio, lo que está escrito es como si hubiera pasado siempre."

** "Amores cobardes", los llamó (llama) Silvio Rodríguez en Óleo de una mujer con sombrero, si es que se trata ahí de lo mismo.



domingo, 2 de enero de 2022

244. Hablar / escuchar

 Si estamos con alguien que habla mucho, no hay que intentar hablar más que él/ella. Y si habla poco, tampoco. (De Huellas, 1993)

Experiencias de algunas conversaciones asimétricas, imagino.

Una cosa es enunciar una recomendación o una máxima (cualquiera que sea el motivo para hacerlo), y otra seguirla uno mismo; que bien podría ser que el motivo de imaginarla y formularla fuera justamente la incapacidad (más o menos consciente) de seguirla (Dx).



viernes, 31 de diciembre de 2021

243. Celebración

 "Sé humilde, lenguaje:
solo el cuerpo puede escribir el cuerpo."

                                Adonis, Celebración de ella.


domingo, 26 de diciembre de 2021

242. La política como estado de ánimo

 En uno de esos textos breves que no puede uno dejar de leer una y otra vez, porque siempre nos enseñan y nos recuerdan lo que quiere decir pensar, ¿Qué es la filosofía?*, dice Heidegger (y también lo dice en otros sitios) que la filosofía surge de un estado de ánimo que permite a los seres humanos entrar en relación (en correspondencia) con el ser, o, dicho de un modo más poético, de responder a la "llamada del ser del ente".

La corrupción de lo mejor es lo peor. Quién sabe cómo les habrán llegado los ecos de esta relación del estado de ánimo con el pensamiento a los perpetradores de la estrategia política y electoral de la derecha española. El caso es que parecen empeñados en un extraño proceso de agitación/provocación que sustituye cuaquier posible enunciado o diálogo por la manifestación, más corporal (performativa) que lingüística, de su tremendo enfado. Da igual de lo que hablen (por lo mismo que da igual incluso que hablen), solo pretenden, al parecer, establecer su enfado, como el marco, el clima, el medio ambiente general del país. 

De acuerdo, si quieren evitar el debate político (de hecho, siempre han intentado evitarlo por medios más o menos autoritarios o violentos), podemos entrar en el debate de los estados de ánimo. En eso también puede ayudar la filosofía.

Viva Chile.

 

 * A este conjunto pertenece también Carta sobre el humanismo y ¿Qué es metafísica?